Guatemala, 6 Sep @Notimex #poderycritica.- Casi 300 mil familias guatemaltecas, cifra que se traduce en más de un millón 200 mil seres humanos, afrontan la cotidiana batalla de conseguir alimentos para paliar el hambre tras haber perdido sus cosechas debido a una severa sequía.
La prolongada canícula se registra desde finales de junio pasado en algunas zonas de esta nación centroamericana de 15 millones de habitantes.
Como un primer esfuerzo extraordinario, las autoridades guatemaltecas comenzaron a distribuir raciones alimentarias que llegarán, también, en un primer bloque a 28 mil familias del oriente del país, la región más afectada.
Las raciones de comida consisten de 100 libras (46 kilogramos) de maíz, 30 (13.8 kilos) de frijol y 17.5 libras (ocho kilos) de harina de soya con vitaminas y nutrientes, además de alimento terapéutico para evitar la desnutrición crónica infantil.
El objetivo fundamental de este esfuerzo es que ningún guatemalteco muera por falta de alimentos, de acuerdo con el presidente del país Otto Pérez Molina.
Para el jefe de Estado de esta nación centroamericana, el país atraviesa una de sus mayores crisis por fenómenos naturales.
Guatemala vive desde finales de agosto en “Estado de Calamidad Pública” en 16 de sus 22 departamentos, situación que permite agilizar la ayuda para la población de las regiones afectadas por la prolongada canícula.
Las autoridades han recurrido al Programa Mundial de Alimentos (PMA) y a la cooperación de la comunidad internacional para contar con los víveres que se distribuirán entre las familias damnificadas hasta marzo del próximo año.
Al respecto, la vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, quien coordina las acciones de respuesta a la emergencia, está dando seguimiento a las gestiones con la comunidad internacional de donantes.
Fuentes diplomáticas destacaron que México brindará asistencia técnica, así como en víveres y salud a Guatemala y el resto de países de Centroamérica para atender los efectos de la sequía.
Para Baldetti, la pérdida de las cosechas por falta de lluvias que sufrieron más de 260 mil familias campesinas sería una de las peores tragedias en la historia reciente de Guatemala.
El gobierno deberá contar con un presupuesto –no programado- de alrededor de 600 millones de quetzales (75 millones de dólares) para la compra de raciones de alimentos destinadas a las miles de familias damnificadas.
Además de los víveres, la población recibirá capacitación por parte del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación para trabajar adecuadamente la tierra, los productos agrícolas y la diversificación de cultivos.
La dependencia impulsará, hasta marzo próximo, el programa de Alimentos por Acciones que constituye un factor estratégico para la disminución del riesgo de la inseguridad alimentaria, a través del trabajo y capacitación.