Buenos Aires, 28 Ago @Notimex#poderycritica.- Los gremios opositores de Argentina comenzaron hoy una huelga nacional que demostró la división sindical que priva en el país, ya que una gran parte de trabajadores sí acudió a cumplir sus labores pese a la convocatoria.
El paro fue convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), única central con reconocimiento oficial que dese hace cuatro años está fragmentada entre los gremios que apoyan o repudian a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Hugo Moyano, ex aliado del gobierno convertido en uno de sus máximos opositores, dirige el sector que convocó a una movilización este jueves con el poder que le da ser líder de los camioneros, con lo que puede paralizar el transporte de alimentos en todo el país.
También se sumaron a la huelga los sindicatos de trenes, gasolinerías, peajes, puertos, bancos, judiciales, de recolección de basura y correo.
Por el contrario, no se adhirieron a la medida de fuerza colectivos urbanos, taxis ni comercios, y lo harán sólo de manera parcial escuelas, el metro, supermercados, aeropuertos y hospitales.
La disputa por el verdadero impacto de la medida quedó clara desde temprano, cuando Moyano afirmó que había “un acatamiento voluntario del 80 por ciento de los trabajadores”, que podría incluso elevarse en las próximas horas.
Por el contrario, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que el 75 por ciento de los trabajadores no se sumaron a un paro que calificó como “político” y no por razones de demandas laborales.
Al igual que ocurrió en la pasada huelga nacional de abril, los gremios que no hicieron huelga fueron atacados para tratar de forzarlos a detener operaciones, como ocurrió con varios choferes de transporte urbano de Buenos Aires, a quienes les lanzaron piedras mientras circulaban.