PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Por donde se para Erubiel Alonso Que para «apoyar» al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en una campaña es sinónimo de mala suerte, de mal augurio y de una derrota para el PRI.
«Aquí en Quintana Roo vimos muy poco a este señor, llegó y decían que era el delegado del CEN pero sólo al principio iba a los eventos y de ahí casi nada supimos de él. Ya al final nos dijeron que jamás funcionó y terminó al frente del Movimiento Territorial pero tampoco ahí trabajó», comentó un seccional de los pocos que se mantienen leales al tricolor y que para evitar alguna posible represalia prefirió no dar su nombre.
La realidad es que Erubiel Alonso llegó cargado de soberbia y se vendió como estratega político y ganador de elecciones, pero que en la práctica jamás dio un solo resultado.
Ante su falta de capacidad e interés por sumarse y hacer algo por el PRI, Erubiel dejó de ser delegado por el repudio que generó su presencia. Es decir, sólo llegó a debilitar a su partido. Además, como dirigente del Movimiento Territorial fue incapaz de mover a los votantes.
«¿Dónde está pues su dizque poder de convocatoria? Ni como eso sirvió, como cabeza del Movimiento Territorial», agregó la persona abordada en la sede tricolor.
En plena campaña apenas y se dejó ver al principio y de ahí se alejó de la candidata Leslie Hendricks Rubio, quien incluso prefirió alejarse de él e ignorarlo.
Hoy en el priismo de Quintana Roo buscan culpables de la debacle electoral y uno de ellos es precisamente Erubiel Alonso, que para diciendo que sólo el trabajaba se pintaba solo aún y cuando en Quintana Roo era visto como un simple objeto de adorno que no sirve para nada.