Poder y Crítica | Redacción | Isaac Hernández es un referente del ballet a nivel internacional.
Reconocido como el mejor bailarín del mundo en 2008 con el premio Benois de La Danse, el mexicano ha brillado en las compañías English National Ballet y en el San Francisco Ballet.
Sus actuaciones en montajes como “El lago de los cines” y “Don Quijote” son legendarias, pero también se ha dado el tiempo de incursionar en la actuación en producciones como la película “El rey de todo el mundo” y la serie “Alguien tiene que morir” de Netflix.
La idea de que un niño de Guadalajara que bailaba en su patio se convierta en el bailarín más destacado del mundo parece sacada de la película “Billy Elliot”, pero más allá del romanticismo que pueda provocar una historia como ésta, Hernández tiene claro que para que otro mexicano llegue a la cima es necesario trabajar, y mucho.
Es por ello que creó su proyecto “Despertares Impulsa”, para convertir el arte en motor de cambio y ofrecer herramientas para que ejecutantes, vestuaristas y maestros sean parte de la transformación cultura que necesita México.
Este año, además de la gala “Despertares” que se realizará el en la Ciudad de México el 6 de agosto, el tapatío preparó una serie de actividades en Monterrey.
El 31 de julio impartirá una clase magistral a bailarines con más de cinco años de experiencia; el mismo día ofrecerá la conferencia gratuita “Vivir con propósito” en el Teatro de la Ciudad (es necesario registrarse en el sitio www.soulartsproductions.mx). Además, habrá audiciones gratuitas para la Royal Ballet School dirigidas a estudiantes de entre 8 y 12 años, para participar es necesario inscribirse, antes del 20 de julio, en soulartsproductions.mx.
El cineasta Robert Bresson decía que “no hay arte sin transformación”. ¿Cómo fue que el ballet cambió tu vida?, ¿consideras que el arte puede de verdad transformar la sociedad?
“El arte se puede ver, objetivamente hablando, como una gran herramienta de movilidad social, eso es lo que ha significado para mí hasta ahora.
Es una herramienta que puede hacer posible transformar tu realidad a través de una especialidad o una profesión, por eso hay que hacerla llegar a la mayor cantidad de gente posible.
Entonces no solo transforma la persona que la practica sino que también puede ser una gran herramienta económica para la sociedad.
Me gusta verlo también de esa manera, por la experiencia que he tenido en Londres estos últimos años, donde las industrias creativas, entre ellas las escénicas, generan para la economía británica más mil millones de libras al año.
“Algo que me parece importante seguir recalcando y promoviendo, más allá de las oportunidades personales, del bienestar de las personas, del poder hablar un lenguaje universal, del poder vivir estas experiencias compartidas que tienen el poder de transformar la vida de las personas, es que también cuando lo vemos más objetivamente, el arte puede dar beneficios muy importantes a lo que vivimos nosotros como sociedad”.
En nuestro país la cultura tiende a centralizarse. Fuera de la Ciudad de México hay menos espectáculos y oportunidades para desarrollarse como artista. Después de trabajar en la CDMX y Guadalajara con “Despertares”, este año vas a Monterrey.
“Esa era una de las intenciones de ‘Despertares’ desde el principio, llegar al norte del país y eventualmente llegar al sur.
Creo que es muy importante acercar estas herramientas a la mayor cantidad de gente posible y de manera gratuita.
Al mismo tiempo, creo que en México hay una idea de que todo lo gratis no sirve para nada y también existe quien me ha dicho que, si hacíamos estos talleres gratis, la gente no los iba a apreciar.
Estoy convencido de lo contrario, para mí es importante que estas oportunidades de calidad lleguen a las personas de manera gratuita porque son las únicas oportunidades que pueden cambiar la vida de las personas.
El problema es que muchas veces, cuando las cosas se hacen gratis, la gente no ofrece su mejor versión, no da el trabajo adecuado para que esas oportunidades lleguen a ser de calidad.
“Al hacerlas gratuitas no he sacrificado la calidad de las oportunidades ni de las herramientas que estamos ofreciendo, con estas plataformas podemos ver que personas que han asistido a los talleres de elaboración de vestuario se están ganando la vida gracias a esas herramientas que recibieron.
Muchos de los que obtuvieron becas para el English National Ballet School y el San Francisco Ballet están haciendo carreras profesionales.
Es bien importante para mí que estas herramientas lleguen a todo el país en realidad y aunque las he hecho en Guadalajara y Ciudad de México por razones de patrocinio, y también de demanda, ahora me da mucho gusto llevarlas al norte del país donde siempre hemos tenido muy buena respuesta. Muchos de los niños que han recibido becas para las escuelas han venido de Monterrey.
Estoy emocionado de poder estar ahí, de hablar con ellos y llevar al norte de México esta gran oportunidad”.
En México se tiende a dejar en manos del gobierno la gestión de las actividades artísticas. Pero cada vez hay menos espacios de difusión y aprendizaje de las artes. ¿Cómo puede un niño pensar en convertirse en artista si se considera que esta es una profesión menor?
“Creo que el gobierno puede ser un facilitador. Como lo mencionabas en la pregunta, muchas veces se espera que el gobierno se encargue de todo y desafortunadamente no ha dado los resultados que la gente espera.
Me gusta cómo hemos construido estos proyectos porque siempre han ido de la mano de la iniciativa privada, las autoridades y los ciudadanos para que esto suceda en nuestro país.
Hemos trabajado en unificar estas diferentes plataformas para poder hacer posible algo de calidad en nuestro país.
“La otra conversación de qué lugar tiene el arte y la cultura en nuestra sociedad, cómo se percibe un artista, es otro tema muy complejo, que es importante debatirlo y hablarlo.
Creo que parte de porque se le hace a un lado y no se le da prioridad a la educación artística en nuestro país, por lo general, es simplemente porque se considera que hay problemas mayores, que hay tantas realidades que para qué crear más artistas.
Ahí está el dicho popular en México de ‘Si vas a ser artista, te vas a morir de hambre’.
Es importante que los jóvenes sepan que no es así, que se puede vivir una vida digna a través del arte, que puede ser una pieza fundamental para transformar tu sociedad con los proyectos culturales que puedas hacer.
“Por eso es tan importante que estas conversaciones sucedan de la mano de proyectos que puedan inspirar y motivar a las personas a pensar y creer que las cosas se pueden hacer diferente, a través de la cultura y de las artes, que puede ser herramienta de movilidad social y de transformación para el país.
Mientras más podamos demostrar lo valioso que puede ser para cambiar la vida de una persona, más posibilidades tendremos de poder cambiar el funcionamiento que tiene la cultura y el arte en nuestra sociedad”.
Cómo fue que te animaste a hacer el trabajo social de “Despertares”. ¿En qué momento te diste cuenta que necesitabas más que ser un bailarín con reconocimiento mundial?
“Parte de la motivación para hacer esto viene de mis padres, que inculcaron en la familia uno de los propósitos más grandes que compartimos los seres humanos, que es ayudar a los demás.
Eso es muy importante para mí porque nunca he sentido tanta satisfacción por un logro propio, que cuando escucho el mensaje de una persona que estuvo haciendo el taller de los vestuarios y que se está ganando la vida gracias a eso, o cuando veo a un niño que quiere una beca y que ha borrado todas las barreras que podían existir para acceder a esa oportunidad.
“Son cosas bien importantes y trascienden en la memoria y en las emociones. Me parece muy importante también promover estas ideas y propósitos compartidos como mexicanos. Siempre ha sido importante para mí contribuir para que mi país siga mejorando. Todos los que formamos parte de estos proyectos entendemos que hacer trabajo social en México puede ser una misión imposible, pero al ver los resultados nos vamos con la certeza de que es lo que hay que hacer para que nuestro país siga mejorando”.
Después de dar clases magistrales, de los talleres, ¿Cómo ves el talento y el desarrollo del ballet en México? Hay un prejuicio de que solo unos pocos bailarines nacionales pueden destacar en el extranjero.
“Creo que ha cambiado mucho y que hoy en día hay muchos más bailarines mexicanos en las compañías más importantes del mundo.
Es algo bien bonito porque espero que estas nuevas generaciones que están comenzando sus carreras profesionales, y que se han visto beneficiados de una manera u otra del trabajo que estamos haciendo en México, se acuerden, regresen a su país y que sigan construyendo, porque eso es lo que nos va a ayudar a que estas ideas preconcebidas sobre el ballet en México cambien.
Y ya lo están haciendo, porque cada vez que un mexicano pisa un escenario de una de estas grandes compañías la gente se va con otra idea del talento mexicano y de las posibilidades que tenemos.
Entonces, creo que eventualmente si estas generaciones son tan comprometidas con el país como espero, van a haber resultado mayores”.
Ahora, que tienes el reconocimiento internacional como ejecutante, ¿Cuáles son las metas que tienes por alcanzar con tu carrera?
“En realidad me gustaría presentar un ballet completo en México, todavía no lo he logrado. Teníamos la gira con el English National Ballet con ‘Giselle’ justo antes de la pandemia y la tuvimos que cancelar. Me queda ese gran sueño por cumplir”.