PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete (G7) —Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón— se reúnen esta semana en Niagara-on-the-Lake, en el sur de Ontario, en un contexto de crecientes fricciones entre Washington y sus aliados por temas de defensa, comercio y política exterior.
La anfitriona del encuentro, Anita Anand, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, destacó la importancia de mantener la cooperación multilateral pese a los desacuerdos.
“La relación con Estados Unidos y nuestros socios debe continuar en diversos ámbitos, incluso en medio de presiones comerciales”, declaró antes de la reunión, en la que también participarán representantes de Australia, Brasil, India, Arabia Saudita, México, Corea del Sur, Sudáfrica y Ucrania.
Anand subrayó que Canadá busca “seguir liderando los esfuerzos multilaterales en una era marcada por el proteccionismo y la volatilidad geopolítica”.
Las conversaciones del G7 estarán dominadas por la guerra en Gaza, el conflicto entre Rusia y Ucrania, y las demandas del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha insistido en que los países de la OTAN destinen al menos el 5% de su PIB al gasto militar. Canadá e Italia se mantienen entre los más rezagados en alcanzar ese objetivo.
Además, persisten tensiones comerciales entre Canadá y Estados Unidos, luego de la imposición de aranceles estadounidenses a productos canadienses. Aunque las relaciones diplomáticas se han enfriado en los últimos meses, el primer ministro Mark Carney ha expresado su disposición a retomar las negociaciones bilaterales.
Otro punto de fricción ha sido la posición del G7 ante la guerra en Gaza, ya que Reino Unido, Canadá y Francia se han mostrado a favor de reconocer un Estado palestino incluso sin un acuerdo de paz formal, postura que contrasta con la del gobierno estadounidense.
Pese a las diferencias, Anand aseguró que el encuentro busca encontrar áreas de cooperación en seguridad, desarrollo y diplomacia multilateral.
“Esta conversación continuará independientemente de los temas comerciales. El diálogo es esencial para mantener la estabilidad global”, puntualizó la ministra canadiense.







