Poder y Crítica | Redacción | Con lo índices delictivos desbordados, el ataque a las oficinas de la Fiscalía General del Estado y el asesinato la noche del viernes de José Roberto Rodríguez Bautista, secretario de Seguridad Pública, los tulumenses aseguran que el presidente municipal Diego Castañón Trejo ya perdió el control del municipio, si es que algún día lo tuvo.
Luego de 20 horas de cometido el crimen, Castañón Trejo salió en sus redes sociales a decir: «rechazo con toda firmeza cualquier acto de violencia y les aseguro que este cobarde ataque no quedará impune. Vamos a redoblar esfuerzos, con la colaboración de los tres niveles de gobierno, para garantizar que la paz y la seguridad en nuestro municipio prevalezcan. La seguridad de Tulum no es negociable».
Sin embargo seguridad es lo que menos tienen en este polo turístico, donde las ejecuciones, extorsiones, asaltos y narcomenudeo son el pan de cada día, situaciones que Diego Castañón se comprometió en su discurso de triunfo del 3 de junio del año pasado cuando fuer reelecto con las propuestas de construir un municipio donde cada tulumnense viva con dignidad, paz y justicia.
El presidente municipal de Tulum llegó a la presidencia por vez primera el 8 de marzo de 2023, tras el fallecimiento de Marciano Dzul Caamal, ocupando Castañón Trejo en ese momento la tesorería; en las elecciones del pasado 2 de junio contendió por la alianza Morena, PVEM y PT, logrando el triunfo que lo llevó a la alcaldía por el voto directo.
Ante los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el presidente Diego Castañón Trejo, aseguró se mantendría un gobierno cercano, que escuche y atienda las necesidades de este municipio con amplio crecimiento turístico, con honestidad y transparencia, dijo.
Aseguró estará trabajando también para consolidar una ciudad segura y próspera: «Estamos construyendo el segundo piso de la Cuarta Transformación con una política humanista, con corazón feminista, para que la justicia social real llegue a todas nuestras familias” añadió Diego Castañón en sesión solemne de Toma de Protesta y de instalación del Ayuntamiento, todo le ha salido al revés al joven político que llegó a la presidencia por circunstancias lamentables de la vida.
Ahora, para el grueso de la población, la imagen del ególatra Diego Castañón Trejo, quien se presenta como una persona carismática, que atiende a la población y que está siempre presente, pero la realidad es otra, coinciden tulumnenses nacidos en esta tierra.
Diego Castañón Trejo mantiene en el abandono las comunidades, así como la deficiencia en la prestación de los servicios públicos, son las quejas constantes en las comunidades como Francisco Uh May con más de 1 mil 500 habitantes, Chanchen Primero, Macario Gómez, San Juan, Manuel Antonio Ay, Chemuyil, Javier Rojo Gómez (Punta Allen) y Hondzonot, están abandonadas por el gobierno de Diego Castañón, para él y sus amigos solo existe Akumal y Cobá, que es donde el alcalde manda sus proyectos prioritarios.
En términos generales, en la zona centro, en las colonias y en las comunidades que pertenecen al Municipio, el alumbrado público está en pésimas condiciones; por ejemplo, la unidad deportiva se encuentra sin mantenimiento, por lo que se ven unas instalaciones sucias, despintadas, el alumbrado, los sanitarios, se encuentran en el abandono a consecuencia de la negligencia de una autoridad municipal que decidió abandonar sus obligaciones al darse cuenta que no tiene la capacidad de cumplirle al pueblo lo que le prometió en campaña.
Punta Allen, está sin atención, el ejemplo es el centro de salud y la escasez de medicamentos, la atención médica está a cargo de un solo médico y un enfermero, quienes se turnan a lo largo de la semana para atender las necesidades de la población; el equilibrio ecológico va en detrimento, por la autorización del Ayuntamiento a que continúen las devastadoras construcciones.
Otro desacierto del alcalde con su “primera chamba”, es que en lugar de invertir el recurso en obras públicas, Diego Castañón prefiere ahorrar al no apoyar a la ciudadanía, según lo señala la propia Auditoría Superior del Estado; pues en el primer trimestre Tulum no gastó en transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas, “en este capítulo hubo una disminución en el devengado con lo modificado debido a que se disminuyeron los apoyos a la ciudadanía, con el aprobado trimestral se debe a una modificación presupuestal”, puede leerse en el documento del Órgano auditor.
En el tema de la seguridad, que es el flagelo más terrible que padecen en Tulum ya empezó a cobrar víctimas en su gabinete, la violencia seguirá escalando, la juventud e inexperiencia de Diego Castañón le pesan al pueblo de Tulum, donde se dice y confirma que ya perdió el control del municipio, si es que algún día controló algo en el ayuntamiento. No es lo mismo ser ‘chalan’ de los verdes que aplicado en «la primera chamba».