PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El productor musical y empresario Sean «Diddy» Combs fue declarado culpable de delitos vinculados con la explotación sexual, aunque fue exonerado de los cargos más graves relacionados con tráfico sexual y crimen organizado, que podrían haberlo llevado a prisión de por vida.
Después de tres días de deliberaciones, el jurado encontró a Combs, de 55 años, responsable de trasladar personas a distintas partes del país con fines de prostitución, lo que representa una violación a la Ley Mann, una norma federal que penaliza el transporte de individuos para actividades sexuales ilícitas. Por este delito, el también exembajador de marca podría enfrentar hasta diez años de prisión.
No obstante, el tribunal lo absolvió de las acusaciones de conspiración y tráfico sexual, las cuales sostenían que utilizó su influencia y poder económico para coaccionar a mujeres a participar en encuentros sexuales forzados, en contextos donde también se denunciaba el uso de drogas.
De los cinco cargos presentados en su contra, el jurado solo emitió un veredicto de culpabilidad en dos: transporte para ejercer la prostitución —que involucró a dos mujeres, una de ellas identificada como Cassie Ventura y otra bajo el nombre de Jane Roe— y violación de leyes federales sobre explotación.
La defensa de Combs aseguró que las relaciones eran consensuadas y que ninguna de las acusaciones justificaba los cargos presentados. Aún está por definirse la pena que deberá cumplir, pero la sentencia podría marcar el fin de su carrera como ícono del hip hop y figura influyente en el entretenimiento estadounidense.