Poder y Crítica | Redacción | Oficialmente los festivales de música electrónica comenzaron en diciembre de 2022 y desde entonces no han parado y no lo harán hasta casi finalizar el mes, está situación ha emocionado a muchos amantes de los festivales y ha preocupado a hoteleros de Tulum por la seguridad.
El Cenote Zamaná será la sede de la gran mayoría de los eventos que se realizarán noche a noche en donde incluso se espera recibir a más de 10 mil personas en ciertos eventos, un festival masivo grande para una ciudad en crecimiento como Tulum.
Estos serían los eventos que se realizarán en el cenote Zamná en los próximos días, en donde se encuentran todos los eventos del BPM en su regreso al Caribe Mexicano.
5 de enero; Clapton presenta: Masquerade
6 de enero; Circoloco Tulum
7 de enero; Moonlink Live
8 de enero; Keinemusik
10 de enero; Diplo y Mathame
12 de enero; Black Coffee
Tomorrowland de la discordia
Será el próximo 14 de enero que se realice la edición Core de Tomorrowland en Tulum, mismo que se efectuarán en el cenote Zamná y Zamaná Beach, dónde se esperan 10 mil personas bailando al sonido de los beats, uno de los mejores festivales en la zona.
Esto ha atraído también la atención a los hoteleros y empresarios de la zona, que desde que comenzaron los festivales clandestinos han estado en contra ya que señalan es un desgaste de la imagen de Tulum.
“Nuestro destino es diverso, tenemos bellezas naturales, cenotes, gastronomía y una de las zonas arqueológicas más visitadas del país, en fin, creo que nuestro destino ofrece mucho, y no me parece que requiere de fiestas como atractivo turístico, pues el destino lo es en sí», añadió David Ortíz, presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum.
Festival en sintonía con el ambiente
Será el próximo 9 de enero, que se realice el festival Day Zero Festival en el parque Dos Ojos en Tulum, y será hasta el 11 de este mes que vuelva a abrir sus puertas para despedir a los invitados
Este evento se presume sustentable y que proyectará un vínculo esencial entre la naturaleza y la comunidad local a través de un programa de sustentabilidad ambiental, cuyo propósito es demostrar que la diversión no tiene por qué dañar al medio ambiente.