PODER Y CRÍTICA | SAMUEL CAAMAL | Privación de la libertad, tortura y acoso son excesos denunciados en contra de elementos del Ejército destacamentados en la Alcaldía de Nicolás Bravo, Othón P. Blanco. Habitantes de dicho lugar exigen la intervención de las autoridades y son latentes movimientos de protesta social.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ya atrajo el caso.
Hasta ahora tres supuestas víctimas han denunciado las irregularidades, pero son más. El temor a represalias inhibe más señalamientos.
“Rosa”, de ocupación comerciante, acusó que durante tres días fue acosada por elementos destacamentados en la alcaldía.
“Iban y me amenazaban con entrar a revisar y mi cocina… Según alguien me había puesto el dedo… Les pregunté quien, pero no me sabían decir”, señaló.
En tanto, “Miguel”, dio a conocer que circulaba en su motocicleta cuando le detuvieron los efectivos con el fin de interrogarle sobre sitios de venta de droga.
Como no supo decir le golpearon en la cabeza en reiteradas ocasiones con un cargador de arma larga y antes de liberarle le patearon en el suelo.
“El flaco”, dedicado a las labores del campo, denunció que se trasladaba a la gasolinera a entregar un cargador de teléfono celular a un familiar cuando un grupo de soldados le detuvo de manera arbitraria para exigirle les informará respecto a “narco tienditas”.
Como señaló desconocer fue “tableado” en los glúteos en varias ocasiones. También le tiraron al piso y le patearon. En consecuencia, resultó con dos costillas lesionadas.
“Querían información sobre puntos de venta de droga… Al no saber me golpearon con una madera en las nalgas, me patearon en el suelo y me advirtieron me iría peor si les denunciaba”, sentenció.
Hubo un testigo, pero fue amenazado, inclusive con armas de fuego, para no comentará a nadie lo ocurrido, señaló.
Los supuestos responsables son los elementos destacamentados en Nicolás Bravo y se dedican a “investigar” sobre venta de estupefacientes.
En otro contexto, mediante un operativo en las inmediaciones de la comunidad de Xulhá, agentes de las fuerzas federales aseguraron un camión con 740 cajas de cigarros de procedencia ilegal.
Era un vehículo tipo “tortón” blanco con matrícula que transportaba 37 mil paquetes de cigarrillos.
Quedó a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) junto con sus dos ocupantes.