Cárdenas, 25 Mayo; poderycritica.- En días pasados, hemos podido leer, escuchar y ver distintos delitos electorales en los diversos medios de comunicación, todos con un común denominador: La apatía de las autoridades.
Vimos el video en el cual el líder priísta Fernando Vidal, encaraba a Don Carmen “N” interrogándolo sobre la procedencia del tráiler con láminas que se habían descargado en su domicilio, con la resultante corretiza por parte de los pobladores del c-9, quienes esperan cada elección el botín que les dejan los candidatos, echándoles agua caliente y haciendo sonar los machetes mientras iban tras los pasos de los priístas. De las autoridades ni sus luces.
Ahora en el poblado c-28 descubren al gobierno estatal, de extracción perredista, entregando despensas en franco apoyo al candidato perredista a la presidencia municipal de Cárdenas Rafael Acosta León y al reclamar el delito electoral son ahuyentados del lugar incluso con disparos de arma de fuego en su contra. Una vez más, la policía municipal, hizo mutis.
¿Qué podemos esperar ante la clara muestra de parcialidad por parte del munícipe y sus colaboradores ante los descarados actos de proselitismo ilícito del delfín de Avenamar Pérez Acosta y Abraham Rosique Acosta?
Lamentablemente y de acuerdo con el cariz que están tomando estos acontecimientos, tornándose cada vez más violentos, una desgracia. Las denuncias, formuladas con todos los elementos probatorios, ya han sido interpuestas, sin embargo aún no hay un comentario en pro o en contra de las mismas por parte de la autoridad correspondiente, mientras tanto se siguen cometiendo flagrantes y claras violaciones al proceso electoral, usando todos los medios al alcance en apoyo a Rafael Acosta León.
La inoperancia de las autoridades electorales no hace sino alimentar la desconfianza que la ciudadanía tiene en quienes son los encargados de regular y avalar los resultados de la votación, así mismo incrementa las sospechas de una elección de estado, al ver el cinismo con que a plena luz del día se cometen uno tras otro, delitos electorales de diversas índoles sin la sanción correspondiente.
Buscaremos en los días venideros, a quién pueda darnos una respuesta aclaratoria y satisfactoria a este tema que hoy nos ocupa y nos preocupa.