San Antonio, Texas; 30 de marzo; poder&crítica.- Hace 22 años nació el Banco de México y Estados Unidos, una institución financiera poco conocida, pero capitalizada, administrada y operada a partes iguales por los gobiernos de ambos países para atender proyectos fronterizos.
Con sede en San Antonio, Texas, el Banco de Desarrollo de América del Norte y su institución hermana, la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF), que surgieron en 1994 al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte han beneficiado a 15 millones de residentes con infraestructura y proyectos ambientales en las zonas fronterizas, afectadas por décadas de rápido crecimiento demográfico e industrial.
Durante sus 22 años de vida, el banco apoyado por la COCEF, ha otorgado recursos de financiamiento por 2.6 mil millones de dólares para 218 proyectos fronterizos, en zonas ubicadas 100 kilómetros hacia el norte de la frontera y 300 kilómetros hacia el sur.
Ante el crecimiento que ha tenido este banco binacional, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su colega de Estados Unidos, Barack Obama, acordaron apoyar un aumento de capital de tres mil millones de dólares en la reunión que sostuvieron en enero de 2015 en la Casa Blanca; sin embargo, aún será necesario obtener la aprobación de los congresos de ambos países.
En entrevista exclusiva con Notimex, Gerónimo Gutiérrez, director gerente del banco, explicó que en sus 22 años de vida la institución binacional ha apoyado proyectos de infraestructura y ambientales, sin preferencias especiales, de acuerdo con las necesidades de los seis estados mexicanos y cuatro de la unión americana que son beneficiados.
“No existe nada que nos mandate a tener una proporción de la cartera en un país o en el otro, o en un sector específico (…). Hoy de hecho, la cartera está por casualidad 50 por ciento en México y 50 por ciento en Estados Unidos, pero las proporciones han variado a lo largo de la historia”, puntualizó Gutiérrez.
La operación del Banco de Desarrollo de América del Norte es diferente a la de cualquier otra institución financiera mexicana, debido a que es dirigido y operado en forma 100 por ciento binacional.
Es decir, la mitad del capital y del personal es mexicana y la otra estadunidense. El Consejo Directivo, órgano supremo de la COCEF y del banco, está constituido por 10 integrantes con igual representación de ambos países.
La Presidencia del consejo cambia año con año, alternándose entre los representantes de México y Estados Unidos. Este consejo es el que acuerda y ratifica todos los actos y operaciones, incluyendo certificación de los proyectos y aprobación de todas las propuestas de financiamiento, lo que garantiza que todas sus decisiones requieran la aprobación de la mayoría de los representantes designados por cada país.
“El balance de más de 20 años es positivo, pero con enormes cosas por hacer. Más específicamente, hoy tenemos una cartera del orden de los mil 400 millones de dólares, que es significativa, pero dadas las carencias de infraestructura de la frontera, sin duda puede ser mejor”, destacó el ejecutivo.
El Consejo Directivo del Banco de Desarrollo de América del Norte anunció en 2015 el respaldo de los gobiernos de México y Estados Unidos para un aumento general de capital de tres mil millones de dólares.
Una vez que quede aprobado por los congresos de los dos países, el monto será aportado por ambos gobiernos en un período estimado de cinco años.