Recordando aquella canción de Juan Luis Guerra, hay una frase que dice: “las palmas son más altas y los cerdos comen de ellas” y pensándolo bien, se aplica perfectamente a aquellos pseudo servidores públicos que alcanzan puestos de importancia y se comportan como verdaderos cerdos, con una disculpa para estos animalitos, al avorazarse sobre el presupuesto sin importarles las promesas que en el camino hicieron a quienes confiaron en él, mención aparte de la arrogancia y la soberbia que los embargan al grado de sentirse absolutos y omnipotentes olvidando que solo son 3 años los que ostentarán esa encomienda.
Estas últimas 3 semanas, Cárdenas ha sido objeto de titulares y notas negativas en todos los medios de comunicación y redes sociales por diferentes y nada halagueños motivos, marchas exigiendo pago de laudos, asaltos a instituciones bancarias y a cuentahabientes, abusos por parte de tránsito municipal y denuncia por parte de una diputada ¡¡DE SU MISMO PARTIDO!! A quién Rafael Acosta León se negó a atender ni por mensajes ni por llamadas, denuncia de un grupo conformado por 7 regidores que insisten en conocer antes la información de lo que el edil pretende que firmen por su capricho, etc.
Ya no queremos hablar más de Cárdenas ni de Rafael Acosta León, desde este espacio lo exhortamos a que recapacite y se olvide de esa soberbia que lo ha cegado desde que supo que había sido electo munícipe, que atienda a la gente, que reactive las audiencias públicas, que reintegre a las sesiones de cabildo el tema de asuntos generales, que por principio es inconstitucional, que meta orden en el tema de los abusos de tránsito, que instruya a la policía a realizar su labor con honestidad, valor y eficiencia, que cumpla sus promesas de campaña, que cese el acoso a quienes en redes sociales antes denunciaban sus acosos y hoy han sido amenazados, de verdad, queremos dar notas buenas, decir que en Cárdenas se cumplen las promesas, que hay avances en infraestructura, en desarrollo rural y urbano, que se gestionan recursos federales y estatales para los diferentes sectores productivos, etc.
Lo malo es que solo nosotros lo queremos.