Roma, 15 Oct (Notimex).- China anunció hoy una donación de 50 millones de dólares a la FAO en apoyo del programa de cooperación Sur-Sur de la organización para mejorar la seguridad alimentaria y promover el desarrollo agrícola sostenible en los próximos cinco años.
El anuncio fue hecho por el primer ministro chino, Li Keqiang, en un discurso en la FAO en vísperas de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, que tendrá lugar mañana, 16 de octubre.
Se trata de la primera visita del mandatario chino a un organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde que asumió el cargo.
La lucha contra la «crisis silenciosa» del hambre y la pobreza es «un gran reto y una responsabilidad común», aseguró el primer ministro.
«Contar con alimentos para todos es un derecho humano fundamental, del que dependen todos los demás derechos humanos. China tiene un amargo recuerdo del hambre y quiere ver un mundo libre del hambre y la pobreza. Estamos dispuestos compartir nuestras tecnologías y experiencia, sin reservas”, dijo.
Entre los asistentes a la intervención figuraban representantes de los países ante la FAO, del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que junto con los de grupos de la sociedad civil se encuentran en Roma una reunión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA).
Tras agradecer a China su compromiso, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, indicó que «compartimos el mismo principio de que la tarea básica a la que nos enfrentamos es la erradicación del hambre. Podemos lograrlo en el curso de nuestras vidas».
El responsable de la FAO elogió los esfuerzos de China para hacer frente a la inseguridad alimentaria, tanto a nivel interno como en el extranjero.
Señaló que el país ya ha alcanzado la meta del primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de su población que experimenta hambre crónica, antes de la fecha límite de 2015.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) resaltó que desde 1990, China ha logrado con éxito liberar a 138 millones de personas del hambre crónica.
Esto significa que a nivel mundial, dos de cada tres personas que han escapado del hambre desde 1990 estaban en China, según explicó Graziano da Silva.
Los avances de China en seguridad alimentaria se han logrado a través de un enfoque combinado, subrayó Li.
Dijo que tal enfoque incluye el aporte de incentivos para que los agricultores familiares aprovechen todo su potencial productivo, apoyo a la innovación científica y tecnológica, así como reformas institucionales y apoyo a las cooperativas de agricultores y para la extensión agraria.
Además de sus esfuerzos por modernizar la producción alimentaria, el líder chino destacó también el «papel fundamental» de las explotaciones agrícolas familiares, recordando que los campesinos familiares necesitan apoyo para ayudarles a diversificar sus actividades, innovar, y unirse en cooperativas.
Subrayó que el número de cooperativas de agricultores en China ha alcanzado el millón en los últimos años, lo que permite a los pequeños productores unir sus fuerzas y operar a mayor escala.
Li insistió en la necesidad de impulsar no sólo la producción de alimentos, sino hacerlo de una manera que sea ecológicamente sostenible, con el fin de «traspasar las tierras fértiles y los cielos azules a las generaciones futuras».
Según la FAO, en el extranjero China ha sido uno de los más firmes defensores del enfoque Sur-Sur para la cooperación al desarrollo.
En 2008 estableció un fondo fiduciario de la FAO con 30 millones de dólares para apoyar misiones técnicas sobre el terreno de expertos agrícolas chinos en los países en desarrollo.
Hasta ahora, 30 mil expertos chinos han compartido sus conocimientos y experiencia en más de 100 países. Más de 100 mil agricultores y sus familias se han beneficiado ya de esta colaboración y se ha formado a miles de personas en las técnicas apropiadas, dijo el organismo de la ONU.
Li subrayó el compromiso de China para ayudar a otras naciones en desarrollo, prometiendo que su país «será siempre una fuerza activa para salvaguardar la seguridad alimentaria, trabajando sin descanso para construir un mundo sin hambre”.