Habitantes de Dreams Lagoons cuentan sus pesadillas al adquirir una propiedad a la empresa de los hermanos Germán y Luis Felipe Ahumada Russek.
A pesar de vender sus propiedades como condominio de lujo en zona residencial, Casas ARA en los hechos no tienen seguridad, por lo que los robos tanto a los departamentos son casi diario, como a los vehículos, así como a los habitantes de ese conjunto habitacional llamado ostentosamente “Dreams Lagoons” y que ahora se le conoce “Lagunas de Pesadillas”.
A menos de un año de que cientos de personas hicieron un esfuerzo económico extraordinario para hacerse de un patrimonio que les dure toda su vida, sus sueños se tornaron – como los mismos vecinos lo denunciaron – en terribles pesadillas, ya que también faltan servicios más elementales como agua potable y recolección de basura.
Resulta que la laguna artificial que tanto promocionó esta inmobiliaria, es un fiasco, pues todas las paredes sufren filtraciones y deterioro, al grado que ya se filtró al subsuelo el agua, misma que por si fuera poco también representa un peligro sanitario ya que está estancada.
Es el colmo que se tenga una laguna de estas dimensiones y se carezca del vital líquido en los departamentos, por lo que se tiene que recurrir al uso de agua “portable” que proporcionan pipas”, señala le denuncia entregada a LA VERDAD.
Otras anomalías
En suma no solo dicha alberca gigantesca representa un problema, sino las mismas edificaciones forradas sólo de unicel en paredes y techos se caen a pedazos, según denuncias de los mismos vecinos que con pancartas colocadas dentro del fraccionamiento protestan por la irregularidades.
Además, sostuvieron, que son cientos los defectos que han salido a la luz por causa de una mala edificación de la constructora e inmobiliaria Casas ARA.
Mientras tanto, a pesar de que la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), en Cancún, de acuerdo a las quejas recibidas sostuvo que Casas ARA es de las mayores empresas inmobiliarias denunciadas.
Corrupción en permisos
Todo indica que la famosa “laguna” de este conjunto, fue realizada sin ningún permiso oficial o al menos es lo que dicen los vecinos afectados, ya que hasta el momento a pesar de sus denuncias, ninguna autoridad tanto local, estatal o federal ha llegado a realizar una inspección.
Negro historial de la constructora
Desde 1977, los hermanos Germán y Luis Felipe Ahumada Russek, propietarios de la Inmobiliaria Casas ARA, han defraudado a miles de familias en todo el país y en especial en Quintan Roo, donde durante décadas tuvieron manga ancha para obtener créditos del INFONAVIT, FOVISSSTE y otras dependencias gubernamentales, a pesar de vender viviendas con cientos de defectos.
Con esto, condenaron a dichas familias quintanarroenses a sumirse en el hacinamiento y la depresión; al coraje y a la impotencia de verse engañados por una empresa que tiene como norma mentir para vender, según sus declaraciones.
Porque ni el INFONAVIT ni el FOVISSSTE, ni ningún otra autoridad, jamás han sancionado a la empresa para impedir que puedan acceder a este tipo créditos de interés social.
Incluso, ambas dependencias, hasta el año pasado, la encubren y pagan inmediatamente los créditos de los derechohabientes y se quedan con la deuda y la problemática, ya que miles de viviendas son de tan baja calidad y construidas en zonas accesibles y sin servicios, que prefieren los dueños abandonarlas en todo el país.
Viviendas abandonadas
Actualmente hay una cartera de recuperación de viviendas de por lo menos 20 mil viviendas en todo el territorio nacional.
Quintana Roo no es la excepción, concretamente en este municipio, en el fraccionamiento Vista Real, por lo menos 200 viviendas se encuentran abandonadas y otras tanto invadidas.
James Tobin Cunningham, ex presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), reconoció que son miles de casas abandonadas por una mala edificación de viviendas en la entidad realizadas por las inmobiliarias, entre ellas casas ARA, reconoció.
Conforme a documentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sus dueños, no cumplieron con los mínimos requisitos que marcan las normas internacionales de una vivienda digna.
Es así que Luis Felipe Ahumada y su hermano Germán amasaron sus millonarias fortunas con viviendas de baja calidad y pequeñas, pagadas por instituciones públicas, que a su vez son costeadas con el sudor y sufrimiento de miles de trabajadores.
Los afectados, sólo tienen la posibilidad de recurrir a la PROFECO, misma que como se precisó, la tiene catalogada entre las tres primeras inmobiliarias en quejas a nivel nacional por el concepto de “vicios ocultos” por la mala construcción.
En la entidad en los dos últimos años, fueron más de 400 quejas y casi 100 en Benito Juárez, precisó la dependencia, con la salvedad de que una vez vencida la “garantía”, en promedio de un año a cinco años, ya no pueden hacer nada.