Cancún, Q.Roo, 19 abril; poderycritica.-Lugares como Cancún y Riviera Maya son pieza clave para detonar los vinos nacionales, al ser un destino turístico con dos tipos de consumidores: locales y extranjeros.
La Bodega Santo Tomás coloca de manera mensual más de 600 cajas de vino en hoteles de Gran Turismo.
De acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola A.C., el consumo per cápita de esta bebida es de menos de un litro, no así para el consumo per cápita de cerveza, que según datos de la Asociación Cerveceros de México, llega a 60 litros.
En entrevista, Santiago Cosío Pando, director de Bodegas de Santo Tomás, comentó que mantenerse en esta línea de crecimiento no ha sido fácil, sobre todo cuando se compite con bebidas como la cerveza, destilados y refrescos.
“Esto se entiende porque para el mexicano la tradición ha sido consumir cerveza y destilados, pese a que desde hace siglos el vino se cosecha en el país; sin embargo, no ha sido una bebida que forme parte del hábito del nacional”, explicó.
Este crecimiento del vino hecho en México es el resultado de que productores mantienen su calidad.
“Lo reconocen los concursos internacionales y creo que es el momento de que nos subamos a esa ola de crecimiento para colocarnos como preferidos en el mundo”, agregó.
Sus dos vinos que lo representan a nivel internacional son de la gama Premium: Único y Duetto, preferidos entre los paladares expertos, y en este destino no es la excepción, pues son de los más vendidos.
Cosío Pando es un empresario joven que ha tenido la visión y el apoyo de su equipo para mantener la vitivinícola más antigua de México, con 129 años de historia.
En 2012 fue elegido por el Foro Económico Mundial (FEM) en Ginebra, Suiza, como uno de los 192 “Jóvenes Líderes del Mundo”.
Para finalizar, comentó que es necesario mantener la diferente gama de vinos, pues se apuesta al estilo de elaboración del vino tanto para paladares sin experiencia como para el consumidor conocedor, de mayor presupuesto, al que se le presentan vinos extraordinarios.