Bacalar, Q. Roo, Lunes 24 de Mayo de 2021, poderycrítica.- Los artesanos de Bacalar no han tenido apoyo durante la pandemia, pero han logrado sobrevivir ofreciendo sus productos en otros estados del país, ante la falta de apoyo del gobierno municipal y estatal.
Así lo denunció Celso Cumul, presidente de la Cooperativa “Kiich Pam”, que congrega artesanos de las localidades de Buenavista, Lázaro Cárdenas, Divorciados, Martínez Roos, Buena Esperanza, Altos de Sevilla y Bacalar.
“Trabajamos artesanía de madera, fibras vegetales, semillas, joyería artesanal, textil y vinos de miel, que mandamos a los Cabos, Estado de México, Nuevo León entre nuestros principales consumidores”, comentó.
Dijo que sin ningún tipo de apoyo para la comercialización logran facturar más de 3 millones de pesos al año, pero les falta impulso para llevar el producto fuera el Estado, y promocionarlo en Ferias y exposiciones artesanales fuera del país.
“Hemos pedido apoyos para llevar el producto y dar a conocer la marca Bacalar, en eventos en todo el país, pero nunca nos han apoyado”, denunció.
Además en Bacalar han solicitado a la administración municipal los espacios para exponer y vender sus productos en el primer cuadro de la ciudad, sin embargo se los han negado mandandolos a un rincón difícil de acceder para el turista.
El presidente de los artesanos dijo que la pandemia perjudicó a los artesanos y fueron afectados económicamente, ya que la mayoría de ellos se dedican exclusivamente a vender sus productos en el mercado local y no cuentan con los medios suficientes para subsistir en esta pandemia.
Aseguró que, se les debe dar oportunidad de trabajar. Por lo tanto, piden apoyo y comprensión a las autoridades y a la población Bacalarense; para su reactivación económica durante lo que resta del año.
Ya que la situación ha sido de cuidado, pues han sido abandonados por el gobierno, apenas hace un par de semanas pudieron colocarse de nuevo para vender en la ciudad, aunque las ventas no han levantado para lograr llevar algo a casa.
Además aseguro que mientras a ellos les limitan los espacios para comercializar sus productos con el sello del Bacalar, a los vendedores ambulantes provenientes de Chiapas, los dejan vender a discreción productos que no son ni confeccionados a mano, ni mucho menos representativos de Bacalar.