México, 22 de Noviembre; poderycritica.- Los hermanos Alonso y Chema Arreola, en colaboración con el poeta indígena Mardonio Carballo, estrenan una producción de rock en náhuatl: Las horas perdidas, la cual será presentada hoy en el Foro del Dinosaurio en el Museo del Chopo a las 19:00 hrs.
El proyecto Arreola+Carballo consta de un disco con ocho piezas; un libro que es un diario de ruta de un viaje al sur, junto con las letras de sus piezas musicales en español y en náhuatl, y gracias a la contribución del videoasta Rogelio Aguilar, un documental sobre la historia de los destinatarios de estas canciones.
Mardonio Carballo explica que hace uso de «la poesía como forma de creación que ocurre todos los días». Además, el poeta reconoce que la música, y en especial el rock, es una forma de liberación, es hacer una crónica de su realidad cercana.
«Me parece que Las horas perdidas es un disco universal, porque a pesar de que estamos hablando sobre lo que actualmente pasa en México, sabemos que en cualquier parte del mundo pueden entender a qué nos estamos refiriendo. En lo personal, yo uso la poesía para crear personajes porque esto me permite tener una simbiosis entre la misma poesía y la música», expresa Carballo.
Por su parte Chema Arreola, el baterista de la agrupación, mencionó que su trabajo «no se trata tanto de un acto de protesta, es simplemente una reacción entre músicos… Es más una cuestión de fotografía sobre un momento significativo en México, el cual vemos desde una perspectiva particular de dónde están los desaparecidos o por qué están pasando estas cosas».
El baterista recuerda que se dieron a conocer por primera vez en 2012 en el festival South By Southwest en Austin, Texas, donde brotó la idea de consolidar su propuesta musical.
Es así como la música, la poesía, el diseño y las influencias literarias de los creadores de este proyecto se conjuntan para devolver un poco esa mexicanidad que se ha desvanecido a lo largo de los años. Las canciones, las imágenes e incluso los sonidos son parte de México y de sus compositores, coinciden Arreola y Carballo: «El músico le puede devolver a nuestro país un mundo mejor, aunque sea soñado, a través del sonido».
Los creadores del proyecto dicen que la música es tomada como una parte experimental donde todo puede suceder, pues debe ser libre para reflejar cualquier etapa personal o social, haciendo referencia al título de su disco, ya que su concepción para hacerlo es que «todos somos horas perdidas que nos desvanecemos y desaparecemos».