He decidido, a cambio de una sola petición al Gobierno Federal, apoyar el incremento en el precio de las gasolinas. Ya estuvo bien de mostrarnos como un pueblo muerto de hambre. No hemos entendido los sacrificios de la clase política para aparentar ante el mundo que somos un país próspero, rico y elegante. Los ciudadanos comunes no entendemos eso. No sabemos de la vergüenza que sienten nuestros políticos, muy en el fondo de estar ellos dilapidando nuestro dinero mientras el pueblo se muere de hambre. No entendemos que ellos nunca pueden ser ellos mismos, que es un gran esfuerzo y requiere de una gran concentración estar todo el tiempo actuando y simulando que todas las medidas que toman son por el bien de las generaciones futuras. No pueden permitirse fallas en su actuación constante, digna de un Oscar, con frecuencia, porque si fallan, el SISTEMA los expulsa.
No entendemos, pinche pueblo miserable, que al subir el precio de las gasolinas, y por ende el aumento en catarata que se está viniendo de todo lo que usamos para sobrevivir, en realidad lo que pretenden nuestros guías morales , es estimularnos para producir más, para superarnos y para vencer cualquier obstáculo. Como nos dieron en nuestra niñez agua de arroz en vez de leche, no alcanzamos a ver, con nuestras pocas neuronas, la meta final, el premio supremo y el fin tan noble de superación que quieren para nosotros estos políticos a quienes tildamos nosotros, injustamente, de unos hijos de su chingada madre.
Dice, por ejemplo, José Ángel Gurría, presidente de la OCDE, que el gobierno mexicano, ya se había tardado, noblemente, en aumentar dichos precios a los combustibles, algo que ellos habían recomendado hace años. Por aquello de las emisiones de carbono. Lo que no dice, con gran discreción y sacrificio moral, es que también la OCDE, ha recomendado mejor Educación, mejor sistema de Salud, más y mejores empleos. Pero que por algo tenía que empezarse. Se decidió iniciar por el aumento a la carga de los ciudadanos para estimularlos en su esfuerzo y crecimiento personal. Nos va mejor que a los diputados, a ellos les dan vales de diez a quince mil pesos mensuales para gasolina, pero al final de su vida estarán atrofiados por no hacer ningún esfuerzo, y nosotros, el pueblo, estaremos mejor que ellos.
Dice Meade, (pronuncien «mid», ignorantes), que la gasolina es un poco más cara en Noruega que en México, aún con el aumento, y que allá hace un frío de la chingada. Aquí nos están dando posada, gratis, en un país en donde si hay frío en el altiplano te vas a las costas y si hay calor en las costas, te vas al altiplano. .Cabrones malagradecidos. Gran país que tienen y están llorando todo el tiempo. Ni les quiero decir que los noruegos ganan cincuenta veces más que ustedes porque se van a deshidratar de tanto llorar y yo no quiero ningún mal para ustedes.
Debieran entender las preocupaciones de los políticos. No quisieran estar en los zapatos de Videgaray (pinche pueblo con grietas en los pies, tierra en las uñas y callos sin pedicure….pronunciar Pediquiur). ¿Se imaginan la gran preocupación de Luis que tendrá que explicar al Senado la presencia de Trump en México? Tiene días que no duerme. ¿Cómo explicar que hemos borrado la palabra DIGNIDAD de nuestra lengua? No está fácil, ¿verdad? Esos esfuerzos, ustedes, pueblo grasoso, no los entienden.
En los meses de octubre, lo que ustedes, pueblo cruel, no entienden, las cámaras de diputados y senadores, autorizan el presupuesto de egresos del año siguiente, y el gobierno federal, con gran esfuerzo, se lo pasa por el fund….amento, y gasta billones más de lo autorizado. ¿Creen que es fácil robar tanto? ¿Se imaginan el gran esfuerzo para ocultarlo? ¿Creen que a veces no hay vergüenza o dificultades para el disimulo? ¿Y los pinches periodistas que nos extorsionan? ¿Y los maldecidos sindicatos que cada vez quieren más? Ah, ¿verdad? No está fácil.
Perdón, se me olvidaba la petición, una sola: que a cada jefe de familia del país le den un bono de gasolina. No de diez o quince mil pesos como a diputados o funcionarios públicos. Noooo. Nos conformamos con cinco mil pesos mensuales de gasolina.
Revista edición impresa año 8 #135
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