Poder y Crítica | Redacción | Un memorando interno del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD) revela preocupantes implicaciones sobre los efectos de los recientes recortes presupuestarios en la capacidad del departamento para responder a emergencias de gran escala, como los devastadores incendios forestales que afectan a California.
El documento, fechado el 4 de diciembre y firmado por la jefa del LAFD, Kristin Crowley, advierte que una reducción de casi 18 millones de dólares en el presupuesto ha generado desafíos operativos que podrían comprometer la respuesta ante desastres naturales. En su contenido, titulado Impactos del Servicio del Departamento de Bomberos de Los Ángeles en las Operaciones, Crowley explica que los recortes han afectado áreas clave, como la infraestructura tecnológica, la capacitación, la prevención de incendios y la educación comunitaria.
Una de las mayores preocupaciones es la eliminación de aproximadamente 7 millones de dólares destinados a las “v-hours”, las horas extra cruciales para el entrenamiento y la preparación del personal. Este ajuste, según el memorando, ha limitado severamente la capacidad del LAFD para realizar simulacros y entrenamientos que son esenciales para una respuesta eficaz a emergencias, como los incendios forestales, terremotos o eventos masivos.
El impacto directo en el incendio de Palisades
El contexto de estas advertencias se ve reflejado en el actual incendio de Palisades, considerado por Crowley como “uno de los desastres naturales más destructivos en la historia de Los Ángeles”.
Este incendio, que sigue fuera de control, ha puesto a prueba los recursos del LAFD, que ya se encontraba operando con personal reducido y con limitaciones de presupuesto. El memorando destaca que la falta de horas extra ha dificultado la capacidad del departamento para coordinar una respuesta rápida y eficiente.
La postura de la alcaldesa Karen Bass
En respuesta a las preocupaciones expresadas en el memorando, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, defendió las decisiones presupuestarias tomadas por su administración.
En una conferencia de prensa realizada el jueves, Bass negó que los recortes hubieran afectado la capacidad de la ciudad para enfrentar los incendios recientes, afirmando que “no se realizaron reducciones que hayan impactado la situación que enfrentamos en los últimos días”.
La alcaldesa explicó que algunos fondos destinados a salarios y otras áreas aún no se han distribuido y que esto podría haber generado confusión sobre el impacto real de los recortes.
“Es importante entender que estábamos en un momento complicado en términos presupuestarios. Todos lo sabían, pero el impacto de nuestro presupuesto realmente no afectó lo que hemos estado enfrentando en los últimos días”, aseguró.
El memorando de 21 páginas describe los “impactos en cascada” de los recortes, destacando cómo la reducción de personal civil ha generado una sobrecarga de trabajo en los empleados existentes. Esto ha afectado áreas como la prevención de incendios y la educación comunitaria, elementos esenciales para mitigar los riesgos antes de que ocurra una emergencia.
Además, la falta de recursos tecnológicos y de comunicación ha dificultado la capacidad del departamento para coordinarse de manera efectiva en situaciones críticas. La reducción de personal y la eliminación de posiciones clave, como las de coordinación y logística, ha dejado al LAFD sin la capacidad de abordar de manera óptima las operaciones diarias y la preparación ante desastres.
El incendio de Palisades continúa siendo una prueba de fuego para la respuesta del LAFD, y los recortes presupuestarios parecen haber exacerbado la situación. Sin la capacidad de realizar entrenamientos adecuados, ni de contar con los recursos necesarios, el departamento enfrenta dificultades significativas para mantener un nivel de preparación acorde a las demandas de emergencias de gran magnitud.
A medida que los incendios siguen afectando a la región, la ciudad de Los Ángeles se enfrenta a un desafío continuo: cómo equilibrar las restricciones presupuestarias con la necesidad de contar con recursos suficientes para proteger a sus residentes y garantizar una respuesta rápida ante desastres naturales.