15 de Septiembre; poderycritica. (Notimex).- A pesar de que corren diversas versiones sobre la autoría y año en que fue escrita la pieza teatral “Tito Andrónico”, se atribuye al dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616), quien se dice la escribió en 1593 y estrenó en el teatro londinense de La Rosa el 24 de enero de 1594.
Casi 420 años después, el próximo martes iniciará en el íntimo Teatro El Milagro, la temporada de “Andrónico”, adaptación de “Tito Andrónico”.
La obra original es una tragedia escénica diseñada para ser presentada en cinco actos en verso, que en esta nueva versión hará temporada en el Teatro El Milagro de la colonia Juárez de la Ciudad de México con el nombre de “Andrónico”, con dramaturgia de Mónica Perea y la enérgica y vital dirección de Sixto Castro Santillán.
La nueva puesta en escena obedece al proyecto generado en los procesos de investigación escénica de la Maestría en Dirección de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT).
Y ahora, para ser llevada al escenario, se cuenta con las actuaciones de David Del Aguila Orozco, Isai Flowers, Jesus Ivan Garcia Montes, Gonzalo Guzmán, Cut López Torres, Oscar Serrano Cotán, Sergio Jaramillo, y la cantante Abril Caballero Parroquin.
La temporada correrá del 16 de septiembre al 1 de octubre, con funciones todos los lunes, martes y miércoles a las 20:30 horas.
Ahí, esos días, el público conocerá de cerca la labor de adaptación de “Titus Andronicus”, digamos que de William Shakespeare, por parte de ese ramillete de alumnos de la Maestría en Dirección Escénica de la ENAT, la cual se presenta en el marco de ciclo “Teatro Emergente 2014” para todo el público capitalino.
La obra, cuya entrada general cuesta 100 pesos y para estudiantes, profesores y adultos mayores acreditados del INAPAM 60, es apta para adolescentes y adultos.
El montaje cuenta con diseño de escenografía, iluminación, vestuario y producción es de Natalia Sedano; el entrenamiento, diseño y realización de coreografía y movimiento, de Oscar Serrano; la coreografía, de Daniela de los Ríos, y la asistencia de dirección y bitácora de Ulises Galván.
De acuerdo con el sitio web “biografíasyvidas” el general romano “Tito Andrónico”, tras vencer a los godos y capturar a la reina “Tamora” junto con sus hijos “Alarbus”, “Demetrius” y “Chiron”, además del moro “Aarón”, amante de la reina, regresa feliz a Roma mientras están disputándose el trono imperial “Saturninus” y su hermano “Bassianus”.
Empero, los romanos quisieran elegir a “Tito Andrónico”, pero él les persuade a que nombren a “Saturninus”.
“Bassianus” rapta a “Lavinia”, hija de “Andrónico”, a la que “Saturninus” pretendía por esposa, pero se casa con “Tamora”. “Mutius”, hermano de “Lavinia”, asiste a su rapto y por ello su padre “Tito” lo mata. Es éste el principio de las desgracias que se acumulan sobre su cabeza, por la sed de venganza de “Tamora”, que quiere castigar a los andrónicos por la muerte de su hijo “Alarbus”, sacrificado sobre la tumba de los hijos de “Andrónico”.
Luego, “Tamora” da a luz un niño moro, que “Aarón” lleva lejos de Roma; “Lucius” lo captura y “Aarón”, haciéndose prometer que nada pasará a su hijo, le revela las maldades tramadas en perjuicio de su familia. A la noticia de la llegada del ejército godo de “Lucius”, “Tamora” con sus dos hijos va a casa de “Tito”, diciendo que es la venganza, y tratando de persuadirle a hacer de manera que “Lucius” celebre una entrevista con el emperador… Una tragedia.
Todos los horrores de “Séneca” y “Ovidio” están mezclados y acumulados en este drama, en verso. Uno que otro toque de ambiente, como el siniestro zarzal donde tiran el cuerpo de “Bassianus”, también recuerda y repite sombrías descripciones de Séneca.
El drama parece caricaturesco e inhumano, aunque es típico del gusto isabelino bajo influencia de Séneca. Los caracteres se perfilan rudamente y las situaciones dramáticas se tratan crudamente.