México, 07 septiembre; poderycritica.-En el peritaje, funcionarios de PGR establecieron la escala de daños de un cuerpo humano a cualquier tipo de incendio: el punto máximo de daño se alcanza a mil 600 grados, cuando se derrite la estructura inorgánica del hueso.
Las características de los restos humanos encontrados sí cuadran con la temperatura de mil 600 grados centígrados, pero no se establece cómo se pudo alcanzar tal temperatura en el basurero.
El peritaje continúa con la descripción de lo “niveles de carbonización e incineración dentaria”, para describir los daños que podría tener un diente sometido al calor, pero en la escala sólo se llegan a daños provocados por temperaturas de hasta mil 200 grados centígrados.
En esta parte del peritaje no se aclara si las muestras recogidas en el basurero de Cocula corresponden a las tablas citadas; es decir, no hay una confrontación de evidencias para establecer qué nivel de calor tuvieron cada uno de los huesos.
Además de los restos humanos también se habla de otros materiales encontrados.
En el caso de las piedras calizas se afirma que la temperatura de disociación de calcio se logra a los 986 grados centígrados y que las latas de aluminio la temperatura de fusión se alcanzó a los 700 grados centígrados.
En esta sección el único dato que acompaña la hipótesis oficial es que los restos de fierro adheridos a la roca, presumiblemente restos de las llantas, presentan daños por “la interacción del fuego” por una temperatura cercana a los mil 400 grados centígrados, aunque no se especifica cuál es la fuente de este dato; es decir, no hay una argumentación sobre a qué temperatura es afectado el metal.
En la última parte, el peritaje de fuego y explosivos presenta sus conclusiones, que pueden ser, incluso, contradictorias: la temperatura máxima de un incendio de llantas es de mil 500 grados centígrados, pero los restos humanos encontrados muestran daños por temperaturas de mil 600 grados centígrados.
En sus conclusiones, la PGR tergiversó por completo los argumentos científicos: los peritos establecieron que “el punto de inflamación de los neumáticos es del orden de los mil 500 grados centígrados, se establece que el incendio alcanzó una temperatura mínima de 700 grados centígrados y una máxima cercana a los 1600 grados centígrados”.
En términos científicos, el punto de inflamación es la temperatura más baja a la que empieza a arder un elemento. El estudio citado por PGR establece que mil 500 es la temperatura máxima que puede alcanzar un neumático incendiado, en condiciones industriales, pero los peritos sumaron 100 grados para que empatara con la tabla máxima de los daños que puede registrar un cuerpo humano.