PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Los cambios en una ruta del Tren Maya y del responsable de su construcción tiene como propósito asegurar la inauguración y puesta en operación de esta obra antes de que concluya el sexenio, “llueva, truene o relampaguee”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, después de que destituyera a Rogelio Jiménez Pons, que cayó de la gracia presidencial cuando fue evidenciada la corrupción de su delegado en Quintana Roo, Raúl Bermúdez y por los 5 meses de retraso de la obra.
“Lo que queremos es avanzar y terminar la obra y tener tiempo para operar el tren porque lo podemos terminar antes de que concluya nuestro gobierno, si así lo decide el creador, la ciencia y el pueblo, si terminamos nuestro mandato a finales de 2024, eso sin duda lo terminamos, pero queremos terminarlo con anticipación para operarlo, dejarlo operando, no entregarlo 15 días antes de que terminemos sino poder operarlo desde finales del año próximo, que empiece ya a operar”, dijo.
En conferencia de prensa comentó que si bien “se nos dificultó un poco en el tramo de Cancún a Tulum” (al cambiar la ruta elevada hacia ras de tierra) el punto, que hubiera significado alargar la obra, ya está resuelto».
“Entonces, se optó por buscar otro trazo para irnos abajo, a ras de tierra, que no se afecte la carretera. Esto nos llevó a acuerdos con propietarios, todos se han portado muy bien, quiero aprovechar para agradecerles, ahí salió uno de los opositores nuestros a decir ‘no se dejen’ porque se hicieron expropiaciones pero son expropiaciones concertadas, lamento decirlo (ríe); es que es el mecanismo más rápido para resolver”.
O sea, puntualizó el mandatario, son acuerdos con los propietarios de terrenos que se han portado de primera; gente que tienen sus hoteles y en la parte de atrás de la playa, el tren atraviesa un kilómetro de su propiedad. Hay quienes no están cobrando, quienes están ayudando porque es una obra muy importante para todos, en especial para trabajadores de la zona y turistas.
“Eso por lo que corresponde al trazo, lo que tenemos pendiente, los cuatro tramos grandes vamos bien, las cuatro empresas están comprometidas a cumplir en tiempo y en el tramo Cancun-Tulum una parte el Grupo México y en otra parte, la Defensa (nacional), a quienes les tocan dos tramos grandes, de Escárcega a Tulum, pero terminando el aeropuerto, o sea, después del 21 (de marzo) se van todos los ingenieros militares, van a haber diez frentes, de Escárcega a Tulum, y vamos a terminar”.
AMLO aseguró que el cambio en la titularidad del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), organismo responsable de la obra del Tren Maya, es también con el fin de acelerar los trabajos, por lo que defendió al nuevo director Javier May, a quien dijo que es gente de trabajo, de campo, quien fue muy cuestionado “porque resulta que no terminó la licenciatura”.
“Aquí no son cargos, son encargos, claro que es todo el gobierno el que apoya, todos trabajamos y ayudamos pero el aeropuerto, el responsable es el general Vallejo; en la refinería Dos Bocas, Rocío Nahle, a la que se le inunda a cada rato la refinería…(SIC). Y ahora (a cargo) Javier May porque llueve, truena o relampaguee, vamos a estar inaugurando el tren maya a finales del año próximo”.
Entonces, no podemos fallar y por eso estos cambios que hacemos, recalcó. Sin embargo en los corrillos de Palacio Nacional se comenta que el relevo de Rogelio Jiménez Pons de Fonatur y por ende del Tren Maya, fue por actos probados de corrupción.
A finales de noviembre pasado, después de una reunión con AMLO, el entonces titular de Fonatur dio a conocer la renuncia de Raúl Bermúdez Arreola, encargado de despacho de la dependencia en Cancún y del Tramo 5 del Tren Maya, presuntamente para realizar las investigaciones sobre la renta de la llamada Casa Presidencial a través de Airbnb.
“Sí renunció. Mientras se hace la investigación sobre lo de las Villas Chakté. Sabemos que Raúl no tiene bronca, pero debe estar separado del cargo para no estorbar en lo que se investiga. Desde el 30 de noviembre se hizo efectiva su renuncia”, comentó el funcionario.
Según publicaciones periodísticas, el hoy ex delegado de Fonatur en Cancún presuntamente alquilaba la llamada Casa Presidencial en Cancún, también conocida como Villas Chakté, a través de Airbnb y Booking, lo cual reportaba ganancias por 10,176 pesos por noche, que se depositaban en una cuenta particular.
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Dicho inmueble fue construido durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa como casa de descanso para los presidentes. El terreno tiene 21,273 metros cuadrados y 846 metros de construcción en la zona hotelera de Cancún, con acceso a la playa.
Incidente anterior
En octubre de 2020, se dio a conocer en redes sociales un audio en el que se escucha a Raúl Bermúdez, lanzar amenazas y tomar represalias desde su posición como también delegado de Fonatur contra un empleado administrativo del fraccionamiento, Isla Dorada, por no poder hacer uso del gimnasio condominal ante las restricciones sanitarias por la pandemia de Covid-19.
Al ser cuestionado sobre el incidente, Rogelio Jiménez Pons, director general de Fonatur, confirmó los hechos y comentó: “Sí, ya se está disculpando con los del gimnasio y demás vecinos. Es un problema ‘doméstico’, donde sin duda se equivocó y actuó ¡prepotentemente!”.
Ahora lo que ha trascendido es que Bermúdez era el cobrador de los «moches» del 15% con los constructores y proveedores de los diversos tramos del Tren Maya y que las afectaciones por el tramo que travezaba el centro de Playa del Carmen les dejaría millonarias ganancias.
El malestar de AMLO…
Por mucho que el presidente López Obrador ‘suavizó’ la salida de Rogelio Jiménez Pons quien perdió 62 semanas de trabajo de un total de 157 que se propuso para que el Tren Maya fuera inaugurado, el malestar de AMLO tambiémn tiene que ver el ex titular de Fonatur le habría ocultado la creciente inconformidad de cámaras empresariales, colegios de profesionistas y sindicatos sobre el inminente caos vehicular que generaría el Tren Maya en ciertos puntos de Playa del Carmen.
No sólo eso, en las entidades por donde correrá el Tren Maya, comenzaron a aumentar las versiones —no comprobadas— de que Jiménez Pons estaba metido en el negocio de los moches y compra de terrenos a bajo costo, para después venderlos a precio de oro cuando entre en operación esta magna obra.
Cierto o falso, Obrador destituyó a Rogelio Jiménez y lo envió de subsecretario a la SCT, para que no trascendiera las versiones de los actos de corrupción en los que está involucrado y colocó en su lugar a uno de los suyos, del poderoso Grupo Tabasco, Javier May Rodríguez como titular de Fonatur a quien puso a operar y ejecutar “expropiaciones concertadas” consistentes en acuerdos con propietarios como un mecanismo “rápido para resolver”, sobre todo con dueños de propiedades que tienen gravámenes y la única forma de destrabarlos es la expropiación.
Javier May ya está negociando con los dueños de 198 terrenos privados, con una superficie total de 2 millones 410 mil 107.7 metros cuadrados, en los Municipios de Benito Juárez, Solidaridad y Puerto Morelos, en esos lugares se está realizando ya un proceso administrativo, en su gran mayoría son procesos de expropiación concertados y en próximos días se estarán llevando a cabo los levantamientos topográficos con la finalidad de no afectar las zonas urbanizadas.
La aclaración de las autoridades federales ha sido que no son expropiaciones consumadas, sino que están en proceso de ello para en momento determinado pasar a las transacciones bancarias a finiquitar el pago de todo lo que ya habían visto como mina de oro los especuladores de terrenos, por lo que la orden presidencial es que en este proceso de adquisición de tierras sea conducido con total transparencia y legalidad, respetando el derecho de audiencia de quienes así lo consideren por lo que ya se ha logrado acuerdos con el 70 % de los propietarios.
