PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Con la reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tulum se confirmó lo que era un secreto a voces dentro de las filas de Morena: el alcalde Marciano Dzul Caamal está vetado por la Cuarta Transformación por la investigación de lavado de dinero y tráfico de influencias en la compra-venta de terrenos en donde se construirá el aeropuerto de ese centro turístico; la presencia del expriísta junto al Presidente contradice su mensaje de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, pero sobre todo, sería un factor negativo en la elección para Gobernador.
La mañana del domingo 3, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó el municipio de Tulum para hacer un sobrevuelo de inspección del Tramo 5 del Tren Maya, AMLO había estado el sábado en Cancún, donde encabezó el Anuncio del Programa de Obras de Infraestructura para el Fortalecimiento de Cancún y Tulum, llegó vía aérea al noveno municipio.
López Obrador llegó alrededor de las 10 de la mañana a esta zona en un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para luego descender en la aeropista a cargo de la Secretaría de Marina, ahí se reunió con algunos funcionarios y la empresa responsable de la obra ferroviaria, para después del mediodía partir de regreso a Cancún, donde sostuvo reuniones privadas, en ambos eventos la ausencia de Marciano fue notoria y se confirmaba que López Obrador no lo quiere a su lado en los eventos por que su fama de corrupto empaña la investidura presidencial y los preceptos de la Cuarta Transformación que encabeza.
La gota que derramó el vaso
López Obrador ya tiene conocimiento de los resultados de la investigación que la Unidad de Inteligencia Financiera realizó contra Dzul Caamal, quien fuera abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia por el presunto delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La denuncia fue presentada tres días antes de la elección que lo llevó a la presidencia municipal, por la Unidad de Inteligencia Financiera en su contra ante la Fiscalía General de la República (FGR).
De acuerdo con la investigación realizada por la UIF, el alcalde electo de Tulum pudo cometer los delitos de operación con recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero y evasión de impuestos.
Marciano Dzul, según la investigación, en los últimos años realizó retiros bancarios sospechosos, todos en efectivo.
“Las operaciones antes descritas despiertan alerta a esta unidad de inteligencia financiera, dado que los retiros de efectivo suman la cantidad de $ 29, 420 714.27 (veintinueve millones cuatrocientos veinte mil setecientos catorce pesos 27/100 moneda nacional) y los depósitos por 10, 100, 960.03 (diez millones cien mil novecientos sesenta pesos 33/100 moneda nacional), lo cual inevitablemente es un factor de riesgo…”, reza la investigación, misma que trascendió a diversos medios de comunicación.
La denuncia de la Unidad de Inteligencia Financiera fue presentada por el director general de procesos legales, Javier Humberto Domínguez Aguilar, y fue dirigida a Alfredo Higuera Bernal, subprocurador Especializado en Investigaciones de Delincuencia Organizada, de la Fiscalía General de la República.
Y es que la fortuna de Dzul Caamal y su familia presentó un incremento considerable a partir de sus cargos como servidor público, luego de ser cuarto regidor en el ayuntamiento de Solidaridad, Quintana Roo (2005-2008); primer periodo como presidente municipal de Tulum, Quintana Roo (2009-2011).
Además fue director general de la Comisión para el Desarrollo de la Etnia Maya y Comunidades Indígenas de Quintana Roo(2011-2013).
En una de las conclusiones presentadas por el director general de procesos legales de la UIF de la SHCP, señaló: “ la persona referida ha ingresado al sistema financiero recursos que con un alto grado de probabilidad tienen origen en el despliegue de conductas ilícitas y tuvieron como objetivo el ocultar su origen, propiedad y destino. Las mecánicas descritas en la tipología de lavado de dinero denominada lavado de dinero producto de la corrupción”.
AMLO acusó corrupción en la compra de terrenos del aeropuerto
Después de su visita a la Riviera Maya, el presidente dijo en la mañanera del lunes: “Necesitábamos un terreno para hacer el nuevo aeropuerto de Tulum, pero no es fácil, porque hay muchos cenotes, y hasta que encontramos un terreno firme de mil 200 hectáreas, un ejido, con disposición de ayudar”, indicó.
“Nada que ver con la corrupción en el trafique de venta de terrenos que se da en la Riviera Maya, desgraciadamente, de gente corrupta. Estamos hablando de campesinos mayas, gente buena, honesta”.
Asimismo AMLO precisó el apoyo a los campesinos: «…nos dieron las mil 200 hectáreas, se hace el avalúo, se les paga, nos piden que les ayudemos en programas de desarrollo, todos los programas de desarrollo para ellos, se acabó el tráfico de terrenos y la corrupción».
Por otra parte AMLO detalló avances en el parque del Jaguar, que unirá toda la zona Arqueológica de Tulum con terrenos de la Marina y otras dependencias, dijo que en la primera etapa van a ser mil hectáreas de superficie: «…Y poner orden en todo el desarrollo urbano porque ha habido anarquía, desorden, corrupción”, puntualizó el presidente, en franca referencia a las acusaciones de contra Marciano y su familia de estar traficando con los terrenos donde en primera instancia se construiría el aeropuerto de Tulum.
Crimen organizado sienta sus reales en Tulum
Otra acusación sobre el alcalde y que afecta en gran medida los proyectos de consolidación de la Cuarta Transformación en Quintana Roo es la violencia imparable y Tulum constantemente es noticia internacional.
Hoy, el paraíso que buscaba arrebatarle la corona turística a Cancún, es un infierno por la inseguridad, el narcotráfico, el ecocidio, la desigualdad, la corrupción y la complicidad de las autoridades encabezadas por Marciano Dzul.
En Tulum, la violencia está arraigada en la sociedad, prácticamente hay balaceras todos los días y el narcomenudeo reina y controla gran parte de los destinos turísticos y las vidas de los habitantes del municipio.
Y quienes deberían de protegerlos, la policía local, se encarga de extorsionarlos y golpearlos sin importar si son turistas o locales, pobres o ricos, como ocurrió con Victoria Salazar, asesinada a finales de marzo del año pasado por uniformados del municipio.
En la punta de la pirámide de la violencia y el desfalco se encuentran las autoridades, a quienes los habitantes señalan de tener nexos con el narcotráfico.
EJECUCIONES TODOS LOS DÍAS EN TULUM
Las cervezas quedaron a la mitad y la fuerte música de reguetón fue opacada por una serie de detonaciones de arma de fuego. Durante la madrugada del pasado 4 de mayo de 2021, dos hombres abrieron fuego contra La Barrita Cantina Mexicana, un bar apenas inaugurado el 25 de diciembre del 2019 y ubicado en el corazón de la vida nocturna de Tulum.
Testigos del ataque comentan que las personas a bordo de una motocicleta entraron al bar y dispararon en al menos 6 ocasiones contra otros dos sujetos que se encontraban bebiendo.
Después de las balas llegó el miedo y el caos facilitando que los dos atacantes huyeron del lugar sin ser identificados. Entre los cartuchos percutidos y las cervezas derramadas yacía el cuerpo de Diego, un hombre que falleció al instante y su acompañante que fue herido por una bala en los glúteos.
Horas después, un reporte de incendio movilizó a los bomberos y a la Guardia Nacional. Un bar, que estaba a unas semanas de ser inaugurado y que se ubica también en el centro de Tulum, se consumía por el fuego sin causa de origen aparente.
Especialistas, testigos y vecinos de la zona aseguran que en ambos casos la constante fue la misma: el crimen organizado.
“Es una desorganización total, hay una abrumadora presencia de personas armadas en los comercios, en los bares, en los restaurantes, hay pistolas, metralletas en todos lados y no hay ningún tipo de control. Hay ejecuciones todos los días, balaceras todos los días, pero no hay enfrentamientos entre las fuerzas públicas y los delincuentes, eso jamás”, comenta Rafael Barajas Valenzuela, director del Observatorio Ciudadano de Tulum.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado, 49 personas fueron asesinadas en el municipio de poco más de 46 mil habitantes.
Los homicidios dolosos del 2020 representaron un 44 por ciento más que las carpetas de investigación abiertas por ese mismo delito en 2019 y un 104 por ciento más que la media nacional. En 2020 y 2021 creció a un 66%.
A la par, otros crímenes también han aumentado, las carpetas de investigación abiertas por narcomenudeo (53) crecieron 783 por ciento en 2020 respecto al 2019, cuando solo se abrieron 6 por dicho ilícito. Antes de esa fecha no se tenía registro de alguna incidencia por este crimen; en 2021 se abrieron 86 por el mismo tema.
La extorsión ha crecido exponencialmente, la tendencia de la ola de crímenes va en un aumento luego de que en los primeros tres meses de este año se reportaron al menos 13 personas asesinadas en Tulum. En Tulum, según autoridades estatales hay siete grupos delictivos, dos que operan con más fuerza.
Estas relaciones de poder con el crimen organizado en Tulum fueron reafirmadas por Rafael Barbas del Observatorio Ciudadano, quien harto de vivir bajo amenaza de muerte decidió hablar libremente del tema a un medio nacional.
“La política está entrelazada con el narco, hay acusaciones contra Víctor Mas y Marciano Dzul, que han sido presidentes municipales y a quienes se les conoce que manejan los cárteles, los grupos de ventas de droga».
“La guerra que vemos en Tulum de ejecuciones diarias es una guerra narcopolítica, en donde el grupo que se imponga va a ser quien gane las elecciones. Estamos en manos de delincuentes disfrazados de políticos, de servidores públicos y de policías, esta es la gente que está llevando a Tulum al infierno”, expuso.