Francisco Espinosa León
Poder y Crítica.- Más allá de sus notas sobresalientes en las competencias nacionales e internacionales, el cúmulo de medallas obtenidas y el reconocimiento como Premio Estatal del Deporte, el 2019 para Andy Guerrero Sánchez ha sido un año de crecimiento mental y espiritual que precisamente han reforzado su talento y preparación para sobresalir y salir con los brazos triunfantes de las albercas.
“Fui creciendo como atleta, fui madurando y supe mejor cómo enfrentar mis retos tanto en la natación como en la vida cotidiana”, cita el destacado tritón quintanarroense a quien en la pasada Paralimpiada Nacional medios y competidores llamaron “El Tiburón” por su fortaleza y potencia en el agua.
Sin dudarlo, Andy Guerrero agradece a Dios por ser quien lo lleva con éxito en su carrera deportiva y vida en general. “Mi primer guía es Dios, él es quien define mi trayectoria deportiva y me ayuda a sacar lo mejor de cada reto y situación que ha pasado en mi vida”, reflexiona sin pasar por alto a una persona muy importante, que ha estado con él siempre, en las buenas y en las malas: su mamá.
“Ella me ha ayudado muchísimo en todo mi camino, ella sabe identificar lo que necesito, ella me conoce y siempre me apoya cuando puede y cuando no, hace lo imposible para sacarme adelante. Mi mamá me ha ayudado a tomar las mejores decisiones”, reconoce.
LO QUE VIENE PARA 2020
Con un excelente 2019, colmado de triunfos, Andy sabe que el 2020 no puede ser menos y por eso desde ahora ya sabe qué es lo que quiere y cómo va a buscar afrontarlo. “Hay que seguir entrenando fuerte, mejorar muchos aspectos técnicos, de resistencia aeróbica, seguir yendo al gimnasio, haciendo los viajes para tener los estudios requeridos para competencias de alto nivel. Salir a foguearme a Europa porque unos Paralímpicos son de alto calibre y más competencia que los Parapanamericanos,”, manifiesta el campeón quintanarroense.