Dicen que en política no hay nada escrito y si una elección se visualiza complicada, es la del 2018.
Alianzas van, alianzas vienen, se alaban candidatos, se traicionan principios, llueven acusaciones en uno y otro sentido y al final los ciudadanos seguimos pagando la fiesta de unos cuantos.
Andrés Manuel López Obrador, se perfila como el candidato a vencer y el PAN, PRI, PRD amén de otros partidos, se preparan para impedir un eventual triunfo del tabasqueño, ¿Cómo? Forjando alianzas.
En este país se ha aplicado la máxima de: “divide y vencerás”.
Las matemáticas en materia electoral no son exactas, en la elección pasada 14.5 fue mayor que 70.
De los 84.5 millones de electores registrados, 14.5 votaron por el PRI y los 70 millones restantes fueron a parar de manera dispersa a todos los demás partidos políticos, resultado: El PRI tiene la presidencia de la república, la mayoría en las cámaras y el control (o descontrol) del país.
Es por eso que las alianzas empiezan a revestir una importancia superlativa con miras a los comicios del 2018. PRI-PVEM-PANAL por un lado PAN-PRD-MC por otro y MORENA-PT en el extremo, harán de esta elección una de las más reñidas en la historia moderna de nuestro país. Sin duda, de pronósticos reservados.
Los candidatos a postular pueden marcar la diferencia. Los confirmados son hasta el momento Jaime Rodríguez Calderón (el bronco) como independiente y AMLO por morena, aunque todo parece indicar que entre Margarita Zavala y Miguel Ángel Mancera saldrá el abanderado de la unión PAN-PRD, el PRI sigue sin mostrar un candidato fuerte que pueda recuperar lo perdido y constituirse en un líder a quien seguir.
Cuanta importancia reviste la propuesta de Pedro Kumamoto, SIN VOTO NO HAY DINERO, para esta elección que puede y debe marcar el destino de nuestra nación.
Revista edición impresa año 8 #135
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