PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El último dirigente del extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano Grijalva, reaccionó con indignación ante la decisión de los senadores electos Araceli Saucedo Reyes y José Sabino «Chavo» Herrera Dagdug de unirse a la bancada de Morena en el Senado. Ambos senadores fueron electos bajo las siglas del PRD, en coalición con el PAN y PRI, y su cambio de partido ha sido visto por muchos como una traición a sus votantes y al proyecto político que representaban.
Zambrano, conocido por su papel histórico en la izquierda mexicana, utilizó su cuenta de X (anteriormente Twitter) para expresar su descontento y preocupación por el rumbo que está tomando la política en México. «De ninguna manera comparto la decisión de Araceli Saucedo y Sabino Herrera de sumarse a la bancada de Morena en el Senado. Con ello le dan la espalda a la militancia del PRD y a las mujeres y hombres que votaron por ellos en Michoacán y Tabasco», escribió.
El dirigente solaztequista fue más allá, señalando que con esta acción, se está entrando en lo que él denomina el «sendero de la muerte» de la democracia en México. Zambrano expresó que la democracia está en riesgo cuando los políticos no respetan el mandato que les dieron sus electores, y advirtió sobre las consecuencias de este tipo de traiciones para la estabilidad y credibilidad del sistema político mexicano.
«Ahora sí entramos de lleno en el sendero de la muerte de la democracia mexicana», afirmó, dejando claro que considera esta decisión como un grave golpe al equilibrio democrático del país. Zambrano recordó que, antes de que se confirmara el cambio de bancada, había hecho un llamado público tanto a Saucedo como a Herrera Dagdug para que no traicionaran a la oposición y mantuvieran la lealtad a sus votantes y al proyecto político que los llevó al Senado.
La decisión de los senadores ha generado una ola de críticas, no solo desde el PRD, sino también desde otros sectores de la oposición. Para muchos, la transición de Saucedo y Herrera Dagdug a Morena simboliza un retroceso en la lucha por un sistema democrático plural y equilibrado. Marko Cortés, líder del PAN, también expresó su descontento, subrayando la importancia de mantener el equilibrio y contrapeso en la política nacional.
Con este cambio, se reaviva el debate sobre la ética en la política y la lealtad de los representantes a sus votantes. La decisión de Saucedo y Herrera Dagdug no solo marca un punto crítico en la política mexicana, sino que también podría tener profundas repercusiones en las próximas elecciones y en la percepción pública sobre la fiabilidad de los políticos y las instituciones democráticas.
La historia de Araceli Saucedo y José Sabino «Chavo» Herrera Dagdug servirá como un caso emblemático de los desafíos que enfrenta la democracia en México, y el llamado de Jesús Zambrano a no olvidar esta traición resuena con fuerza en un país donde la confianza en la política sigue siendo frágil.