PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Habitantes del Poblado C-34, en Huimanguillo, bloquearon durante ocho horas la carretera Cárdenas-Coatzacoalcos, exigiendo la construcción de un sistema de drenaje y la reparación de las calles de su comunidad. La manifestación, que inició alrededor de las 07:00 horas, paralizó el tránsito de todo tipo de vehículos, mientras los vecinos colocaban ramas y cuerdas para cerrar la vialidad.
El bloqueo fue acompañado por estudiantes de diversas escuelas, quienes, vestidos con sus uniformes y ondeando banderas, se unieron a la protesta pacífica. Los manifestantes reclamaron que las nueve calles principales del poblado están intransitables, y pese a un compromiso previo de Pemex para pavimentarlas, la obra no se realizó.
Doña Edith Cámara, una de las vecinas afectadas, explicó que la situación es crítica, ya que incluso los niños tienen que ser llevados en brazos para evitar que se ensucien con el lodo al ir a la escuela. «Hemos tenido accidentes, los niños no llegan con sus zapatitos limpios, ya es insostenible», lamentó.
El descontento ha llegado al punto en que los padres de familia de las escuelas locales, como el jardín de niños Narciso Mendoza, la escuela primaria Narciso Mendoza, la Escuela Secundaria Técnica 37 y el Cecyte Plantel 13, decidieron no enviar a sus hijos a clases hasta que las autoridades comiencen los trabajos de reparación.
Durante la manifestación, Pemex y el Ayuntamiento de Huimanguillo enviaron personal para dialogar con los vecinos, comprometiéndose a iniciar las obras de pavimentación el 31 de octubre. Sin embargo, los pobladores exigieron una minuta firmada y sellada para garantizar que los trabajos comiencen en la fecha acordada, advirtiendo que, de no ser así, volverán a cerrar las vías, esta vez bloqueando la autopista.
Ante la negativa de los manifestantes de reabrir la carretera, la alcaldesa de Huimanguillo, Mari Luz Velázquez, acudió al lugar para negociar una solución temporal, enviando maquinaria para nivelar las calles y crear cunetas que eviten los encharcamientos. Aunque el bloqueo fue levantado, los vecinos reiteraron que no enviarán a sus hijos a la escuela hasta que vean avances en las obras.






