A un mes de las devastadoras inundaciones en Poza Rica y Álamo, Veracruz, los damnificados siguen enfrentando graves problemas de lodo y desazolve en sus hogares y comunidades. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y los voluntarios, la recuperación avanza lentamente y se estima que tardará entre tres y cuatro meses.
Las calles siguen llenas de lodo seco y basura, y los drenajes tapados siguen siendo un gran problema. Los vecinos se han organizado para limpiar y reconstruir, pero la falta de apoyo oficial y recursos es evidente. La situación es especialmente difícil para los más vulnerables, que siguen necesitando ayuda para sobrevivir.







