Poder y Crítica | Redacción | Desde su designación como Pueblo Mágico en diciembre de 2020, habitantes de Sisal han manifestado que el nombramiento fue una imposición “desde arriba”, sin consulta previa ni participación de la comunidad. Hoy, esa falta de apropiación podría tener consecuencias: Sisal está en riesgo de perder la categoría, ya que la Secretaría de Turismo federal (Sectur) revisará los nombramientos en todo el país y uno de los criterios clave es el involucramiento activo de la población local.
El puerto, ubicado en la costa del municipio de Hunucmá, fue el primero y hasta ahora único Pueblo Mágico de playa en Yucatán. Sin embargo, a más de tres años de su inclusión en el programa, residentes expresan que el título no se ha traducido en una mejora visible en sus condiciones económicas o sociales. Por el contrario, algunas voces señalan que ha generado restricciones, aumento de precios y una presión turística no acompañada de inversión ni ordenamiento.
Darío Flota Ocampo, secretario de Fomento Turístico de Yucatán, reconoció que el éxito de un Pueblo Mágico no depende solo del nombramiento, sino de la apropiación comunitaria, la implementación de estrategias de desarrollo y promoción sostenibles, y de beneficios reales para la población. “No se puede imponer una categoría si la comunidad no la hace suya”, subrayó.
Mientras Valladolid e Izamal lograron fortalecer su economía y turismo con la marca de Pueblo Mágico, otras localidades como Tekax, Espita o incluso Motul requieren estrategias más sólidas. En el caso de Sisal, la desconexión entre el nombramiento y las necesidades locales ha sido un obstáculo para capitalizar el potencial turístico del sitio.
La revisión nacional que realizará Sectur abre la posibilidad de que Sisal pierda la distinción, lo cual, según algunos habitantes, solo confirmaría que el título nunca les perteneció del todo. Para muchos en el puerto, el verdadero reto no es conservar el nombre, sino construir un modelo turístico que respete la identidad local y realmente mejore su calidad de vida.
MÉRIDA, MX.– Desde su designación como Pueblo Mágico en diciembre de 2020, habitantes de Sisal han manifestado que el nombramiento fue una imposición “desde arriba”, sin consulta previa ni participación de la comunidad. Hoy, esa falta de apropiación podría tener consecuencias: Sisal está en riesgo de perder la categoría, ya que la Secretaría de Turismo federal (Sectur) revisará los nombramientos en todo el país y uno de los criterios clave es el involucramiento activo de la población local.
El puerto, ubicado en la costa del municipio de Hunucmá, fue el primero y hasta ahora único Pueblo Mágico de playa en Yucatán. Sin embargo, a más de tres años de su inclusión en el programa, residentes expresan que el título no se ha traducido en una mejora visible en sus condiciones económicas o sociales. Por el contrario, algunas voces señalan que ha generado restricciones, aumento de precios y una presión turística no acompañada de inversión ni ordenamiento.
Darío Flota Ocampo, secretario de Fomento Turístico de Yucatán, reconoció que el éxito de un Pueblo Mágico no depende solo del nombramiento, sino de la apropiación comunitaria, la implementación de estrategias de desarrollo y promoción sostenibles, y de beneficios reales para la población. “No se puede imponer una categoría si la comunidad no la hace suya”, subrayó.
Mientras Valladolid e Izamal lograron fortalecer su economía y turismo con la marca de Pueblo Mágico, otras localidades como Tekax, Espita o incluso Motul requieren estrategias más sólidas. En el caso de Sisal, la desconexión entre el nombramiento y las necesidades locales ha sido un obstáculo para capitalizar el potencial turístico del sitio.
La revisión nacional que realizará Sectur abre la posibilidad de que Sisal pierda la distinción, lo cual, según algunos habitantes, solo confirmaría que el título nunca les perteneció del todo. Para muchos en el puerto, el verdadero reto no es conservar el nombre, sino construir un modelo turístico que respete la identidad local y realmente mejore su calidad de vida.
(Noticaribe)