PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Según Francisco Torres Rivas, director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), justifica su incapacidad al frente de ese organismo señalando que el vandalismo en pozos, las fallas eléctricas de la CFE y una infraestructura hidráulica de más de medio siglo de antigüedad son las tres causas principales de la baja presión del agua que afecta a miles de hogares meridanos.
Torres Rivas dispone de un presupuesto de más de 800 millones pesos, que por sus antecedentes de corrupción cuando fue funcionario priista, no dudan que esté repitiendo las mismas mañas en ese organismo que encabeza el mayor número de quejas en esta administración.
El neomorenista acusado de la debacle del PRI en Yucatán, se justifica señalando en medios que la red hidráulica está rebasada, que ‘ya dio lo que tenía que dar’, y que la dependencia enfrenta “los achaques” de un sistema que requiere “una operación mayor” para mejorar el servicio, en franca referencia al uso mayor de los recursos asignados para este año.
Otra justificación de Torres Rivas por el pésimo servicio de la Japay, serían las variaciones de voltaje durante temporadas de alto consumo eléctrico que provocan que los equipos trifásicos se protejan automáticamente: «Es la razón por la que dejan de funcionar, interrumpiendo el llenado de cárcamos y el bombeo a la red. Cuando se normaliza la energía eléctrica, hay un protocolo de encendido paulatino de los equipos”, ha dicho a manera de bajar las inconformidades sobre el servicio de agua potable.
Otra justificación por el mal servicio de la Japay serían los actos vandálicos que Panchito Torres ya cuantifica en 10 y 20 mil pesos en diversas locaciones: “Lamentablemente causan un daño tanto a la institución como al público usuario”, dice quien solo busca hincarle el diente al presupuesto.
Otro punto de corrupción que los ciudadanos alertan con tiempo, son las reparaciones en ductos que van desde media hasta 36 pulgadas, argumentando que con 55 años de antigüedad y tuberías que han superado su vida útil, la Japay ha realizado más de 25 mil reparaciones en ductos hasta el día 15 de los corrientes.
Panchito Torres también dice que la dependencia opera 148 sistemas independientes con casi 40 cárcamos, «lo que imposibilita tener vigilancia permanente en cada punto», y con estos argumentos sin una auditoría de por medio la Japay recibe en promedio 1,340 reportes de fuga al mes, desde octubre de 2024 al 30 de septiembre de 2025, la Japay acumula 16,083 reportes de fugas en Mérida, «una cifra que rebasa la capacidad de atención del personal», dice Torres Rivas.
A «Panchito» Torres lo acompaña la sombra de la corrupción, los priístas dicen que el ahora morenista fue uno de los principales artífices de la debacle del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Yucatán, durante nel proceso electoral pasado, Torres Rivas fue expulsado del PRI, acusado de traición por chapulinear a Morena.
El director de la Japay incursionó en la política con la llamada ‘sangre nueva’ del PRI que encabezo la dzemuleña Ivonne Ortega Pacheco, promocionando la ola roja del PRI, que no solo colocó como candidata a Ivonne Ortega sobre experimentados políticos como Rolando Zapata Bello, Carlos Sobrino, Dulce María Sauri y Emilio Gambo Patrón, sino que ganaron de manera contundente recuperando la gubernatura de Yucatán, que seis años antes habían perdido contra el PAN. La gobernadora lo hizo secretario de Obras Públicas, dándole de esa manera su primer gran cargo donde realizó un descomunal saqueo que hoy lo perdona Morena y le abre la puerta a más de 800 millones de pesos para manejarlos discrecionalmente.