PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El operativo de rescate del tren Jaffar Express, secuestrado con más de 400 pasajeros a bordo, concluyó con un saldo de 54 muertos, entre ellos 21 pasajeros y 33 atacantes, según informó el Ejército de Pakistán.
El teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz militar, detalló que ningún pasajero resultó herido durante la fase final del rescate, pero confirmó que los insurgentes asesinaron a 21 rehenes antes de que iniciara la operación.
La intervención militar, que duró más de 24 horas, se llevó a cabo con extrema precaución, ya que los atacantes utilizaban mujeres y niños como escudos humanos y habían distribuido a los rehenes en diferentes grupos, intercalando terroristas suicidas.
«Primero, los francotiradores de las fuerzas armadas neutralizaron a los terroristas suicidas y luego se procedió al desalojo de los vagones por etapas», explicó el general Chaudhry.
Entre las víctimas fatales se encuentran cuatro soldados de las fuerzas paramilitares paquistaníes.
Un ataque coordinado
El secuestro comenzó el martes, cuando militantes del Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) detonaron explosivos en las vías y asaltaron el tren, que viajaba de Quetta a Peshawar. Tomaron más de 400 rehenes, incluyendo 100 miembros de las fuerzas policiales y armadas.
Según el Ejército de Pakistán, el ataque fue dirigido por un líder del BLA con base en Afganistán, quien se mantuvo en contacto con los atacantes a través de un teléfono satelital.
El BLA, un grupo separatista que lucha por la independencia de Baluchistán, acusa al gobierno de explotar los recursos naturales de la región y marginar a la población local. Su principal demanda era el intercambio de prisioneros baluchis por los pasajeros secuestrados, para lo cual dieron un ultimátum de 48 horas.
La crisis terminó con la intervención de las fuerzas armadas, que declararon la «neutralización» de los 33 atacantes y la liberación de los rehenes sobrevivientes.







