PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Unos 10 indocumentados que fueron rescatados durante el jueves, en un domicilio de la supermanzana 501, eran de nacionalidad cubana y dijeron haber llegado en una embarcación de fabricación casera a Isla Blanca.
Su intención era llegar a los Estados Unidos, pero dijeron haber sido secuestrados por sujetos armados quienes los mantuvieron privados de su libertad por varios días, con una sola comida al día y agua limitada.
El día que fueron rescatados, la policía municipal detectó al sujeto encargado de cuidarlos (parte de la banda de traficantes de ilegales), y fue detenido al ver que estaba armado.
Fue identificado como Eduardo Yahir N. de tan solo 18 años de edad, y tenía en su poder un arma de fuego tipo revolver, calibre .45 Colt.
Los cubanos dijeron a las autoridades que sus captores les exigían el pago de 9 mil dólares por persona, a cambio de dejarlos en libertad.
El detenido fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), mientras que los indocumentados fueron entregados al Instituto Nacional de Migración (INM).
Con este operativo, una vez más queda al descubierto que la amplia red de traficantes de indocumentados sigue activa de forma impune. Pues los casos en donde aseguran a los extranjeros, son reflejo de la amplia complicidad que existe para trasladarlos y dejarlos ingresar a territorio mexicano. Y cuando no pagan por el viaje ilegal, son abandonados a su suerte y enseguida son “detectados y asegurados” por elementos policiacos.
Mientras tanto los miembros del crimen organizado que operan en esta estructura criminal siguen impunes.
Con información Red Informativa del Sureste
