Las empresas pesqueras han negado su responsabilidad en la muerte de tortugas marinas, a pesar de que la captura incidental es una de las principales amenazas para estas especies en peligro de extinción. Según informes, las pesqueras argumentan que no tienen control sobre las acciones de los pescadores y que la mayoría de las muertes de tortugas se deben a la pesca ilegal o no regulada.
Sin embargo, organizaciones ambientales como WWF y la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT) han denunciado que la falta de regulación y supervisión en la industria pesquera está contribuyendo a la muerte de miles de tortugas marinas cada año. La CIT ha instado a los gobiernos a tomar medidas para reducir la captura incidental y proteger a estas especies.






