Cancún, Q. Roo, Viernes 18 de septiembre de 2020, poderycrítica.- El enfrentamiento y la confrontación en el terreno político, no beneficia a nadie, perjudica a todos. El daño se hace a la sociedad, pues es en el seno de ésta que se alimenta a esa “clase” denominada política, que hoy tiene a Quintana Roo en vilo y por politiquerías, no se puede avanzar en los grandes proyectos que traerán mejora en la calidad de vida de los quintanarroenses.
En la XVI Legislatura, durante su primer año de ejercicio legislativo, no solamente la Pandemia por Covid-19 detuvo sus actividades, sino que también la lucha interna por el control del Presupuesto y los cargos administrativos perjudicó a los ciudadanos pues no se legislaron los temas torales para otorgar herramientas jurídicas a los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Judicial.
Tanto el Ejecutivo Estatal como las y los presidentes municipales, parece que se dedicaron a gobernar para su respectivo partido, se les olvidó que al ganar en las urnas están obligados a gobernar para todos los ciudadanos sin distingos, pero prefieren ver sus intereses, complicidades, compadrazgos, nepotismo y actos de corrupción para poder alcanzar tres objetivos: el poder, sus economías personales y el tiempo electoral.
Hoy, los políticos en Quintana Roo se están dando con todo y en todos los niveles, pero no entienden que su actitud provoca que el electorado “se espante” y no acuda a las urnas en los próximos comicios del 2021. No hay propuestas, solo señalamientos y acusaciones sin fundamentos, que personas no informadas “compran” y replican sin verificar los dichos con los hechos.
Lamentablemente en esta clase política lo único que importa es buscar el poder a costa de lo que sea, llámese guerra sucia, fraudes electorales, acciones ilícitas, compra de conciencias por medio de las despensas o depósitos en económicos y lo más alarmante es que en su desesperación por llegar al cargo hasta pactan con la delincuencia organizada, para lograr posiciones privilegiadas en el municipio o el estado.
Lo que los quintanarroenses vemos hoy de esta llamada clase política es que quieren llegar al poder a costa de lo que sea, lo que observamos es que quieren el cargo para hacer las cosas peor que el antecesor, vuelvo a decir, no se trata de dichos, sino de hechos.
Concluyó al decir que nunca como hoy queda al descubierto tantas corruptelas de la clase política (hay sus excepciones); nunca como hoy somos testigos de la voracidad de los que nos gobiernan; nunca como hoy, nos hemos enterado de personajes de la clase política privilegiada que se agandalla de propiedades; nunca como hoy, nos enteramos de que políticos son investigados por múltiples propiedades, millonarias transacciones bancarias, tráfico de influencias y hasta relación con el crimen organizado. Hasta ahí…
Cuando las mujeres administran el dinero, ya sea del hogar o de la hacienda pública, lo hacen rendir, tal es ejemplo de la Secretaría de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado de Quintana Roo, Yohanet Torres Muñoz quien ha logrado disminuir por tercer año consecutivo el pago de intereses por deuda pública.
Otra de las que también se ha preocupado por las sanas finanzas del Municipio Benito Juárez (Cancún) es Mara Lezama Espinosa, quien destacó que, gracias al buen manejo de las finanzas públicas y los controles de contención del gasto, el gobierno Municipal liquidó 153 millones de la deuda pública municipal heredada históricamente, la que asciende a más de mil millones de pesos.
Los problemas con los ejidatarios en Quintana Roo deberían de encender “los focos rojos” de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Ayer los más de 300 ejidatarios bloquearon por horas la carretera que va de Tihosuco en Felipe Carrillo Puerto a Valladolid en Yucatán, ellos demandan el pago de indemnización por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte porque les tomaron sus tierras para el proyecto de construcción de la vía de comunicación.
No llegaron a ningún acuerdo con la SCT, pero hacen un llamado al Presidente de México que no se olvide de su frase “primero los pobres”.
Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias
