Jardineras construidas por mandato del perredista Gerardo Gaudiano, sólo han servido para accidentes y basurero.
Anunciado en 2017 como una obra de embellecimiento de la icónica avenida Paseo Tabasco, ha resultado ser una decepción urbana para la mayoría de habitantes y visitantes de la capital tabasqueña.
La belleza de la avenida más importante de Villahermosa se ha visto opacada por estas estructuras, consideradas un monumento a la inutilidad y a la corrupción, y los conductores consideran las jardineras un riesgo al reducir el espacio de los carriles.
Proyectadas, construidas e inauguradas por el entonces alcalde de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa, durante el mandato del gobernador Arturo Núñez Jiménez, esta obra formó parte de la primera etapa del proyecto integral de embellecimiento de Villahermosa.
A lo largo de 4.2 kilómetros de la avenida, desde el boulevard Adolfo Ruiz Cortines hasta el periférico Carlos A. Madrazo, se invirtieron 9 millones 284 mil 473 pesos, que para muchos fue una exageración por la falta de estética que estas estructuras metálicas.
Hoy todas oxidadas en su mayoría, una gran cantidad con daños y a punto de caer. Además de que solo sirven de basurero para ciudadanos que depositan botellas y envolturas en ellas.
Los 426 módulos intermedios de block, presentan daños estructurales por la gran cantidad de accidentes en la zona; mayoría culpa a la reducción del carril de alta por estas jardineras.
Las jardineras, lejos de embellecer, se han convertido en un punto de controversia y descontento para los habitantes de Villahermosa.
Las jardineras instaladas en Paseo Tabasco durante la administración de Gerardo Gaudiano Rovirosa suscitan un fuerte descontento en Villahermosa. Muchos habitantes consideran que estas estructuras obstruyen el paso vehicular y son un peligro para la seguridad de conductores y peatones.