PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Este viernes, la Marina de Israel detuvo al Marinette, el último barco de la Flotilla Global Sumud, con lo que concluyó la intercepción del convoy de activistas que intentaban llevar ayuda humanitaria simbólica a la Franja de Gaza.
La operación, que inició la noche del miércoles y se extendió hasta el jueves, incluyó la captura de 41 embarcaciones y la detención de cientos de activistas provenientes de más de 40 países, entre ellos Greta Thunberg, Mandla Mandela —nieto de Nelson Mandela— y varios legisladores europeos. Israel advirtió desde un inicio que ningún barco sería autorizado a llegar a Gaza.
Choques políticos y acusaciones
En el puerto de Ashdod, donde fueron trasladados los detenidos, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, apareció en un video burlándose de los activistas, a quienes acusó de “apoyar el terrorismo”. Las imágenes muestran a los participantes sentados en el suelo mientras coreaban “¡Palestina libre!”.
El gobierno israelí ha sostenido que algunos integrantes de la flotilla tienen vínculos con Hamás, aunque hasta ahora no ha presentado pruebas sólidas. El Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó que al menos cuatro ciudadanos italianos fueron deportados el viernes y aseguró que el procedimiento se concluirá “lo más rápido posible”.
Reacciones internacionales
La detención de la flotilla desató protestas en decenas de ciudades alrededor del mundo. En Italia, sindicatos convocaron a una huelga general en solidaridad con Palestina, lo que provocó la cancelación de cientos de trenes y vuelos, así como el cierre de escuelas. También hubo manifestaciones en España, Francia, Suiza, América Latina y Asia.
Los manifestantes ondearon banderas palestinas y bloquearon carreteras, estaciones de tren e incluso se enfrentaron con la policía en algunas ciudades europeas.
Persistencia del movimiento
Aunque el convoy de la Flotilla Sumud no logró romper el bloqueo israelí, los organizadores aseguran que continuarán con su misión. “Haremos esto una y otra vez hasta que alcancemos nuestro objetivo: detener el genocidio y liberar Palestina”, declaró el activista malasio Nadi Al-Nuri.
De hecho, una nueva flotilla compuesta por nueve embarcaciones de la Coalición de la Flotilla de la Libertad y el movimiento Mil Magdalenas a Gaza ya navega desde Italia hacia el Mediterráneo oriental, y se espera que intente llegar al territorio palestino en los próximos días.