PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Las intensas lluvias que han afectado esta semana diversas regiones del centro y sur de China han provocado severas inundaciones, dejando un saldo preliminar de al menos tres personas fallecidas y más de 300 mil personas afectadas, de acuerdo con autoridades locales.
En la provincia de Cantón, particularmente en el condado de Huaiji, las precipitaciones han sido especialmente devastadoras. Inundaciones de hasta tres metros de profundidad dejaron intransitables al menos la mitad de las carreteras locales. Imágenes difundidas por medios estatales muestran a vecinos y brigadas de emergencia retirando lodo de las viviendas y negocios afectados.
Ante la magnitud de los daños, el gobierno central ha destinado 60 millones de yuanes —equivalentes a unos 8.4 millones de dólares— para apoyar las labores de emergencia, evacuación y reconstrucción en esta provincia, donde al menos 70 mil personas han sido reubicadas.
En la provincia de Hunan, ubicada en el centro del país, la crecida del río Lishui ha alcanzado niveles no vistos desde 1998. En el condado de Longshan, cuatro personas quedaron atrapadas en un estacionamiento subterráneo inundado; tres de ellas fueron halladas sin vida, mientras que una logró ser rescatada con vida.
El Ministerio de Recursos Hídricos ha desplegado equipos técnicos a las zonas de mayor riesgo y ha instado a las autoridades locales a reforzar las medidas de prevención, incluyendo la evacuación de comunidades ubicadas en áreas vulnerables.
Actualmente, se mantiene activa una alerta de emergencia de nivel IV en al menos nueve provincias. Aunque es la más baja dentro del sistema de respuesta chino, permite movilizar recursos y coordinar acciones a nivel nacional.
Este tipo de fenómenos climáticos extremos se han vuelto más frecuentes en China en los últimos años. En 2023, las inundaciones en Pekín provocaron más de 30 muertes, y en 2022, olas de calor extremo y sequías afectaron gravemente la producción energética en regiones dependientes de la energía hidráulica.
Especialistas en clima han advertido que el cambio climático podría estar intensificando la frecuencia e intensidad de estos eventos, lo que representa un creciente desafío para las autoridades y comunidades en todo el país.