PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambió la percepción mundial sobre el nuevo coronavirus al calificarlo oficialmente como una pandemia, un anuncio que marcó el inicio de una de las crisis sanitarias más grandes de la historia reciente.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró frente a los medios de comunicación en Ginebra, Suiza: «Hemos considerado que el COVID-19 puede ser calificado de pandemia», una afirmación que alertó a los gobiernos y a la población mundial sobre la gravedad de la situación. Aunque desde el 30 de enero de 2020 la OMS había declarado la Urgencia de Salud Pública de Alcance Internacional (USPPI), la palabra «pandemia» tuvo un impacto mucho mayor, provocando una respuesta global más urgente.
A pesar de que en ese momento menos de 4,300 personas habían perdido la vida por COVID-19, la declaración de pandemia evidenció la propagación alarmante del virus y la falta de acción en muchos países. En los días siguientes, los confinamientos, el desbordamiento de hospitales y el impacto económico comenzaban a hacerse visibles, mientras que la OMS seguía trabajando para coordinar esfuerzos y dar respuestas adecuadas.
Cinco años después, las víctimas mortales se cuentan por millones, pero la pandemia también ha dejado lecciones importantes sobre la necesidad de estar mejor preparados ante futuras crisis sanitarias. De hecho, la OMS comenzó a trabajar en diciembre de 2021 en un acuerdo internacional para la prevención y preparación ante pandemias, con la esperanza de evitar que se repitan los errores cometidos durante el brote de COVID-19.
La OMS sigue alertando a los países para que no repitan el ciclo de negligencia seguido de pánico, y advierte que la próxima pandemia es solo cuestión de tiempo. En el ámbito internacional, las negociaciones para establecer un acuerdo obligatorio sobre la prevención de pandemias continúan, con la expectativa de que este proyecto se concrete durante la Asamblea Anual de la OMS en mayo de este año.
En estos cinco años desde la declaración de pandemia, el mundo ha cambiado, pero también ha aprendido valiosas lecciones sobre la importancia de la cooperación global, la preparación y la respuesta ante emergencias sanitarias.







