PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | En medio de un escenario donde el sector hotelero suele criticar el crecimiento de las rentas vacacionales, varias cadenas tradicionales están comenzando a incursionar directamente en ese mercado mediante nuevos proyectos inmobiliarios orientados al hospedaje de corta estancia.
Uno de los desarrollos más recientes es Grand Island, que ya inició la construcción de 453 unidades residenciales diseñadas específicamente para renta vacacional de lujo. El proyecto fue presentado durante la Expo Renta Vacacional realizada en Cancún.
A este se suma Inna, en Puerto Morelos, un condohotel de 54 departamentos que se rentan como alojamiento turístico cuando los propietarios no los ocupan.
Los precios de estas propiedades abarcan un rango amplio, desde 2 hasta 36 millones de pesos, dependiendo del tipo de unidad y los servicios asociados.
Esta es la primera ocasión en que la Expo Renta Vacacional incorpora de manera formal a desarrolladores de vivienda enfocada exclusivamente en el alquiler temporal, lo que marca un giro dentro del propio evento. El contexto no es menor: líderes de la industria hotelera han manifestado su rechazo al modelo de hospedaje gestionado a través de plataformas digitales, postura que incluso derivó en cambios a la Ley de Turismo de Quintana Roo para regular y equiparar condiciones entre hoteles y anfitriones independientes.
Durante 2024 también se anunciaron otros proyectos inmobiliarios con sello hotelero, como The Ritz Carlton Residences, JW Marriott Costa Mujeres, The St. Regis Costa Mujeres, Sha Residences, Faena District Tulum y Thompson Private Residences Puerto Cancún.
Estos desarrollos suelen atraer principalmente a jubilados estadounidenses e inversionistas que buscan asegurar un retorno de inversión en un plazo menor a ocho años. Solo en el caso de Ritz Carlton, la inversión estimada asciende a 400 millones de dólares.
De acuerdo con análisis de 4S Real Estate, el creciente interés de las marcas hoteleras por participar en el negocio de la vivienda “brandeada” responde al dinamismo del Caribe mexicano, impulsado por un flujo superior a 9 millones de visitantes internacionales anuales y por nuevas infraestructuras como el Aeropuerto Internacional de Tulum, que en su primer año ya opera 14 rutas internacionales y cuatro nacionales.
Actualmente, Quintana Roo cuenta con alrededor de 22 mil unidades de renta vacacional, concentradas mayoritariamente en la zona norte del estado.







