PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | La alcaldesa Grecia Itzel Quiroz García convocó a sus simpatizantes a convertir el dolor por el homicidio de su esposo, el exalcalde Carlos Manzo, en una acción política: “un voto de castigo” contra Morena en las elecciones de 2027, dijo ayer durante un acto masivo en La Pérgola de la ciudad.
Autoridades locales reportaron la asistencia de más de 60,000 personas a la concentración, organizada para exigir justicia por el asesinato ocurrido el pasado 1 de noviembre. En su mensaje, Quiroz afirmó que la movilización —vinculada al Movimiento del Sombrero, fundado por Manzo— transformará la indignación en una fuerza electoral.
“Quienes mandaron matar a Carlos Manzo no supieron que este sombrero tiene una fuerza imparable, incansable y que en 2027 les vamos a dar ese voto de castigo porque vamos a hacer valer la memoria de Carlos Manzo”, dijo la presidenta municipal, que portó el símbolo del movimiento durante su intervención.
Quiroz aseguró que su reunión reciente con la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, tuvo como objetivo central exigir justicia y garantías de seguridad para Uruapan. “La reunión no fue para doblar las manos, fue para exigir justicia. Justicia para Carlos Manzo. Fue para exigir que volteen a ver a nuestro municipio”, señaló.
La alcaldesa se comprometió a continuar el proyecto político y de gobierno promovido por Manzo y pidió a la población seguir movilizándose: “Hoy vengo a decirles que tendrían que matarnos a todos y cada uno de los que estamos en esta plaza para que esta lucha pare”, expresó ante aplausos y consignas de los asistentes.
Tras el magnicidio, la viuda de Manzo asumió la alcaldía como sustituta para concluir el periodo 2024–2027 y desde entonces ha encabezado actos y exigencias de esclarecimiento del crimen. El llamado a convertir la protesta en voto llega en un contexto de alta tensión política y reclamos por seguridad en la región.
Hasta ahora, las autoridades continúan las investigaciones sobre el homicidio; en Uruapan y otras localidades de Michoacán, el suceso ha alimentado movilizaciones, mesas de diálogo y llamados a reforzar la protección de autoridades locales y la población.







