PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET) realizó este día la Primera Jornada para la Prevención del Suicidio, en la que especialistas ofrecieron conferencias, charlas y pláticas sobre este problema de salud pública que cobra la vida de más de 700 mil personas anualmente en el mundo, equivalente a una cada 40 segundos.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el encargado del despacho de la dirección general del instituto, Carlos Rafael de Jesús Alipi Mena, se pronunció a favor de fortalecer acciones de prevención en el tema, y abordarlo sin miedo, sin temores y sin prejuicios, porque es un grave problema de salud pública.
“En salud pública hay una palabra mágica que se llama prevención, porque desafortunadamente los mexicanos no tenemos mucho la cultura de la prevención, pero es muy importante que lo hagamos. Ese es el reto y el compromiso, porque todos debemos abordar el tema desde diversos ámbitos”, puntualizó.
Alipi Mena dijo que también se debe acabar el estigma de no abordar el tema en el seno de las familias, porque hay que hablar de esto, no hay que tener miedo, hay que romper el estigma de que sea un tema del que no se hable.
En su oportunidad, el titular de la Clínica de Prevención de Lesiones Autoinfligidas del ISSET, Luis Alejandro de Dios Cornelio, resaltó que cada 10 de septiembre en el mundo se unen especialistas para conmemorar el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, y es una fecha que busca movilizar a gobiernos, organizaciones de salud, profesionales de la salud mental, comunidades y personas a tomar acciones preventivas frente al suicidio.
“La magnitud del suicidio es alarmante, pero su impacto va más allá de las cifras, porque por cada suicidio consumado, existen numerosos intentos fallidos, los cuales generan profundas heridas en familias, comunidades y a la sociedad en general», alertó.
Dijo que el suicidio tiene un registro creciente a nivel global, por lo que es una llamada urgente a tomar acciones, porque cada vida perdida es un recordatorio del dolor y el sufrimiento que muchas personas enfrentan en silencio.
Las investigaciones nos muestran que, si bien los factores de riesgo para el suicidio son complejos y multifactoriales, existen intervenciones efectivas que pueden salvar la vida, desde el fortalecimiento de los sistemas de salud mental, hasta la creación de redes de apoyos comunitarios.
De Dios Cornelio consideró que los profesionales de la salud deben mantenerse capacitados para evitar e identificar prácticas, tratamientos o acciones que pueden empeorar el estado mental del paciente, y adoptar enfoques basados en evidencias que promuevan el bienestar del paciente y disminuya el riesgo del suicidio.
“La prevención no solo consiste en intervenir de manera temprana o tener buenas intenciones, sino también de hacerlo de manera responsable y segura, para evitar daños no intencionados que puedan derivarse de una atención inapropiada”, aseguró el también psicólogo del Centro de Especialidades Médicas del ISSET.
Resaltó que entre los principales objetivos de la Primera Jornada para la Prevención del Suicidio es concientizar a los tabasqueños acerca de la gravedad de este problema, fomentar un diálogo abierto sobre la salud mental y reducir el estigma que rodea a los trastornos mentales en niños, adolescentes y jóvenes.
“La idea es que esta jornada funcione como un espacio para que las personas nos compartan sus experiencias, aprendamos de los demás y tomemos acciones que promuevan la salud mental, y es una oportunidad para que todos tomemos conciencia y nos convirtamos en agentes de cambio para mejorar el acceso a la salud mental”, enfatizó.
Poco después, el titular de la Clínica de Prevención de Lesiones Autoinfligidas del ISSET ofreció la conferencia “El suicidio, una realidad. Crear esperanza a través de la acción”, en la que señaló que el suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance.
Mencionó que, en el 2023, en México se registraron 8 mil 837 suicidios, que representaron 1.1 por ciento del total de muertes registradas, y de ese total. 81.1 por ciento correspondió a hombres y 18.9 por ciento a mujeres.
Agregó que entre 2013 y 2023, la tasa de suicidios presentó una tendencia creciente, pues pasó de 4.9 a 6.8 suicidios por cada 100 mil habitantes.
Luis Alejandro de Dios puntualizó que en el caso de Tabasco y hasta el 12 de junio de este año, han fallecido 62 personas por suicidio, y en 2021 murieron 110 personas, y en 2022, 165 por suicidio.
Resaltó que, en el ISSET, durante el año 2023 se atendieron solo en el área de psicología a 352 personas que presentaron alguna autolesión o comportamiento suicida.
