PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El mundo del rock está de luto. Ozzy Osbourne, icónico vocalista y uno de los fundadores de la banda británica Black Sabbath, falleció a los 76 años, según informaron sus familiares a través de un comunicado. El intérprete de clásicos como Crazy Train y Iron Man murió “rodeado de amor”, señala el texto, al tiempo que pide a los fanáticos respeto a la privacidad de la familia en este momento difícil.
En 2020, Osbourne reveló que padecía la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo progresivo. Esta noticia, junto con lesiones en la columna que arrastraba desde años atrás, lo llevaron a anunciar su retiro definitivo de las giras en 2023.
Apenas semanas atrás, la banda que lo catapultó a la fama le rindió homenaje con un emotivo concierto de despedida titulado Back to the Beginning, realizado en el estadio Villa Park de su natal Birmingham. En ese escenario, los miembros fundadores Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward se reunieron por última vez para compartir con el público una velada cargada de nostalgia y reconocimiento.
El legado de Osbourne no termina ahí. Para principios de 2026 está previsto el estreno de un documental que incluirá imágenes inéditas del último concierto y momentos detrás del escenario, ofreciendo a los seguidores una mirada íntima del adiós de uno de los pilares del heavy metal.
Con una carrera que abarcó más de cinco décadas, Ozzy Osbourne deja una huella imborrable en la historia de la música. Su estilo irreverente, voz inconfundible y personalidad única lo convirtieron en una figura fundamental del género y en una leyenda para millones de fanáticos alrededor del mundo.







