PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | La Marina de Estados Unidos confirmó este martes que realizó el lanzamiento de cuatro misiles balísticos intercontinentales Trident II D5 desde submarinos de la clase Ohio, en aguas cercanas a la costa este de Florida. Las pruebas se llevaron a cabo la semana pasada como parte de un programa de ejercicios de rutina, aunque se desarrollan en un contexto de aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe, lo que ha intensificado las tensiones con Venezuela.
De acuerdo con el comunicado oficial, los lanzamientos no guardan relación con acontecimientos internacionales recientes. Sin embargo, uno de ellos, efectuado el domingo pasado, fue visible desde Puerto Rico, a 700 kilómetros de las costas venezolanas, lo que ha llamado la atención de analistas por la cercanía con la región en disputa.
Los misiles Trident II tienen un alcance de hasta 12 mil kilómetros y capacidad para portar ojivas nucleares, aunque en esta ocasión fueron empleados únicamente con fines de prueba.
Refuerzo militar en el Caribe
Desde agosto, Washington ha desplegado al menos ocho buques de guerra en el Caribe, incluidos destructores, navíos anfibios y un submarino de la clase Los Ángeles, sin capacidad nuclear. A ello se suma el envío de cazas F-35B a Puerto Rico, bajo el argumento de reforzar operaciones contra el narcotráfico en rutas provenientes de Venezuela.
El Pentágono informó que en las últimas semanas ha logrado neutralizar cuatro embarcaciones rápidas utilizadas presuntamente para transportar drogas. No obstante, especialistas consideran que el despliegue es desproporcionado para la magnitud del tráfico registrado en esa zona.
Reacción de Caracas
El Gobierno de Nicolás Maduro condenó el operativo, al que calificó como un intento de Estados Unidos de aumentar la presión política y militar en la región. Funcionarios venezolanos sostienen que el movimiento busca debilitar y forzar la salida del actual gobierno.