PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El gobernador Greg Abbott anunció este miércoles el envío de 400 soldados adicionales de la Fuerza Táctica Fronteriza de Texas a la zona del Valle del Río Grande, en la frontera con México.
La medida, coordinada con la administración del expresidente Donald Trump, busca “asegurar la soberanía” ante lo que Abbott calificó como una “crisis migratoria sin precedentes” heredada del gobierno de Joe Biden.
El mandatario texano detalló que este comando se sumará a los efectivos desplegados desde 2023, cuando se activó la Fuerza Táctica Fronteriza como parte de su plan de seguridad estatal. “Durante años, Texas ha resistido una crisis provocada por la negligencia de Biden, quien se niega a proteger a los ciudadanos. Hoy, trabajamos hombro a hombro con la Patrulla Fronteriza y aliados en Washington”, afirmó Abbott durante un discurso en Austin.
Analistas consideran que este despliegue no sólo responde a la crisis migratoria, sino que es un movimiento político de Abbott para consolidarse como figura clave del ala dura republicana, en sintonía con el posible regreso de Trump. Mientras, organizaciones civiles han alertado sobre riesgos de militarización y violaciones a derechos humanos.