PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | La actriz mexicana Eiza González mostró su solidaridad con Millie Bobby Brown luego de que la protagonista de Stranger Things fuera duramente criticada en redes sociales por su cambio de imagen. Brown, quien recientemente tiñó su cabello de rubio, recibió comentarios que señalaban que este cambio la hacía lucir más adulta, lo que desató una ola de opiniones negativas.
A través de su cuenta de Instagram, González expresó su apoyo a la joven actriz británica y aseguró sentirse identificada con su experiencia. “Me identifico con cada parte. Lamento que hayas tenido que pasar por esto. Como alguien que ha vivido una situación parecida, admiro tu valentía al alzar la voz contra este tipo de comportamientos”, escribió la estrella de Ambulance.
Eiza también destacó lo preocupante que resulta ver a adultos atacando a jóvenes mujeres por el simple hecho de explorar su identidad. “Escogemos esta carrera por amor al arte, no para ser algún tipo de modelo a seguir. Es grotesco la poca vergüenza de las personas que hacen bullying disfrazados de reportajes por unos cuantos clics”, añadió.
Las declaraciones de González surgieron después de que Brown se pronunciara en un video en el que expuso la manera en que los comentarios sobre su físico han impactado su vida. En el clip, la actriz británica mostró titulares de artículos que cuestionaban su apariencia, como «¿Por qué Millie Bobby Brown está envejeciendo tan mal?» y «¿Qué se ha hecho Millie Bobby Brown en la cara?», escritos por periodistas que, según ella, han fomentado el acoso en los medios.
Brown denunció que muchos de estos artículos fueron escritos por mujeres, lo que le resultaba aún más preocupante. “Me niego a disculparme por crecer, a hacerme más pequeña para encajar con las expectativas de gente que no soporta ver a una niña convertirse en mujer”, afirmó.
La respuesta de ambas actrices ha generado una conversación sobre el impacto de la presión mediática en las mujeres jóvenes de la industria del entretenimiento y el papel de los medios en la perpetuación del escrutinio sobre sus cuerpos y decisiones personales.







