PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | La Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) informó que el brote de gusano barrenador del ganado continúa expandiéndose en Yucatán, al registrarse 71 nuevos casos en la última semana, distribuidos en 25 municipios. Con ello, el número total de reportes en el estado asciende a 658 casos, afectando a bovinos, ovinos, porcinos y caninos.
Los animales contagiados tienen edades que van desde los tres días de nacidos hasta los 12 años, y las lesiones se localizaron principalmente en el ombligo, vulva, orejas y zona cervical. Estas heridas suelen originarse por factores como el uso de aretes de identificación, cercas con alambre de púas, mordeduras de murciélagos hematófagos, garrapatas o peleas entre animales.
Distribución de los casos
Entre los municipios con reportes recientes destacan Tzucacab, Chacsinkín, Hoctún, Conkal, Dzidzantún, Valladolid, Ixil, Izamal, Sotuta, Kopomá, Panabá, Cacalchén, Huhí, Santa Elena y Cenotillo, con un caso en cada uno.
Tekax registró 2; Kantunil y Oxkutzcab, 3 cada uno; Peto, 4; Río Lagartos y Tunkás, 5 cada uno; San Felipe, 6; Halachó, 7; Tizimín, 10; y Mérida, 11 casos.
Con estas cifras, ya son 77 municipios yucatecos los que han presentado presencia del parásito, por lo que la Seder exhortó a productores y ciudadanía a reportar cualquier caso sospechoso de manera inmediata a través de los canales oficiales, para evitar una mayor propagación.
¿Qué es el gusano barrenador?
El Gusano Barrenador del Ganado (GBG) corresponde a la fase larvaria de la mosca Cochliomyia hominivorax, especie que se alimenta de tejido vivo, tanto en animales como en humanos. Su presencia provoca dolor intenso, inflamación, picazón y puede derivar en infecciones bacterianas severas si no se trata a tiempo.
Durante su desarrollo, la larva pasa por tres etapas, creciendo de 1.5 milímetros hasta 1.5 centímetros de longitud. Está compuesta por 12 segmentos cubiertos de pequeñas espinas y cuenta con un par de ganchos cefálicos que utiliza para adherirse y desgarrar la piel del hospedador.
La Secretaría reiteró que el control de esta plaga requiere vigilancia constante, atención veterinaria oportuna y colaboración entre los productores, a fin de salvaguardar la salud animal y prevenir pérdidas en el sector pecuario de Yucatán.