PODER Y CRÍTICA | Chetumal, Quintana Roo.- Roberto Salgado Sangri, presidente y Vocero del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, señaló que actividades como: la remoción de la selva para actividades agropecuarias ha provocado el arrastre de lodo, pesticidas y fertilizantes que han contaminado en algún momento la Laguna de los Siete Colores, sin embargo, fenómenos climatológicos han redituado en este tema. Pero advirtió que este último es un ciclo que cada 20 años se puede percibir y que no es fomentado por actividades turísticas.
Indicó que aproximadamente cada 20 años, la Laguna de Bacalar sufre de manera natural el cambio de color de sus aguas como consecuencia de la gran precipitación y escurrimiento de aguas superficiales y subterráneas derivado de las lluvias atípicas y el desnivel orográfico desde los límites del estado de Campeche con Quintana Roo.

“Se ha agravado en la última década porque el aumento en la remoción de la selva para actividades agropecuarias provoca a su vez el arrastre de lodo, pesticidas y fertilizantes”, precisó.
Agregó: “Hemos vivido en la zona toda nuestra vida estamos familiarizados con este fenómeno y sabemos que toma entre 8 y 24 meses su total recuperación”, explicó.
Sin embargo, apuntó que desafortunadamente, “hay quienes, por mala fe, desconocimiento o lucimiento político, insisten en señalar al desarrollo turístico como el principal culpable de esta situación”.
Los estudios demuestran que “el aumento de la frontera agrícola y ganadera” es uno de los principales generadores de estos elementos contaminantes que, desafortunadamente, llegan al cuerpo lagunar, al Río Hondo y a la Bahía de Chetumal, por lo que hay que trabajar más en la concientización y capacitación de los productores agropecuarios, así como en la aplicación de la normatividad para regular y disminuir el uso de estos agroquímicos.
Dijo que, incluso, la contaminación en “la Bahía de Chetumal es más frecuente que en Bacalar, porque la corriente del Río Hondo trae pesticidas y fertilizantes de las zonas agropecuarias del lado mexicano, pero principalmente del beliceño donde se encuentran grandes plantaciones menonitas”.
Puntualizo que “el control en el uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes tendría que fortalecerse a nivel peninsular, ya que las aguas que corren a través del sistema lagunar Bacalar – Chetumal vienen desde los límites con Campeche, pasando por la rivera del Río Hondo, lagunas y las colonias menonitas de Salamanca, el Bajío, Blanca flor, San Román, Payo Obispo y todas las demás áreas destinadas a la actividad agropecuaria”.
Información de Samuel Caamal