PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Un juez federal dictó auto de formal prisión contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) como el posible segundo tirador en el asesinato del excandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Con esta resolución, se abrió proceso penal en su contra por homicidio calificado, relacionado con los hechos del 23 de marzo de 1994 en Tijuana, Baja California, según confirmaron fuentes judiciales.
Sánchez Ortega permanecerá recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México, donde fue ingresado hace una semana tras su recaptura en Tijuana por elementos de la FGR.
Este sábado, el exagente compareció ante el juez Cuarto de Distrito en Materia Penal del Estado de México, con sede en Almoloya de Juárez, Daniel Marcelino Niño Jiménez, quien consideró que los elementos presentados por el Ministerio Público eran suficientes para dictar la formal prisión. La diligencia se realizó en la rejilla de prácticas, debido a que la averiguación previa SE/003-BIS/95 fue iniciada bajo el sistema penal inquisitorio.
El juez resolvió después de que Sánchez Ortega solicitara la duplicidad del plazo constitucional de 72 horas para definir su situación jurídica, periodo que venció este mismo día.
El discurso de Colosio previo a su asesinato
En 1994, México vivía un clima político marcado por la tensión y la incertidumbre. Durante su campaña presidencial, Luis Donaldo Colosio buscó acercarse a la ciudadanía y promover un mensaje de cambio.
Su discurso en el Monumento a la Revolución se convirtió en uno de los momentos más emblemáticos de su aspiración presidencial. Ahí, Colosio habló de la dura realidad del país: hambre, desigualdad, injusticia e inseguridad. También expresó su deseo de encabezar una nueva etapa para México, corrigiendo los vicios del pasado y colocando el bienestar de la gente en el centro de su proyecto político.







