PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Con una consulta amañada y que fue un fracaso, Rafael Hernández Kotasek, titular del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo), asestó otro golpe a los bolsillos de los quintanaorrenses, al legalizar el aumento al transporte público, que en algunos casos como Cancún el incremento llegaría a los 18 y 20 pesos.
Hernández Kotasek quien es acusado de extorsionar a transportistas y particulares con retenes ilegales en todo el estado, generando millonarias ganancias por estos moches que no se sabe en manos de quien terminan, realizó el domingo una ‘Consulta Ciudadana’ en Quintana Roo, «con la cual se busca recabar las impresiones del ciudadano y en un plazo de dos semanas presentar una estrategia de mejora respecto al transporte publico», según declarado por el propio director del Imoveqroo.
La consulta se llevó a cabo en los 11 municipios del estado: «Consulta Ciudadana en materia de movilidad. Durante muchos años, el transporte público ha sido el gran olvidado y día a día empeora. Décadas de abandono, falta de inversión han dejado como resultado, un Sistema de Transporte Público inseguro, poco eficiente, incómodo, impuntual, sin horarios claros y largas esperas.
«Modernizar el Sistema de Transporte requiere de todas y todos»…
¿Estás de acuerdo en una actualización de la tarifa para transformar el Sistema de Transporte de la ciudad con nuevos camiones, operadores más capacitados, más eficiente, más seguro, nuevas rutas y horarios definidos? Sí, No, Marca con una «X» la casilla de tu preferencia», rezaba en los textos de un volante difundido masivamente en las plataformas gubernamentales.
Aunque la jornada transcurrió sin incidentes, varios ciudadanos expresaron su inconformidad con el contenido del cuestionario, al considerar que estaba amañado, pues mientras una de las preguntas centrales abordaba la necesidad de mejorar la calidad del transporte público, otra pedía al mismo tiempo manifestar si los participantes estarían de acuerdo con un incremento en la tarifa y cuánto estarían dispuestos a pagar, planteando un dilema donde si votas no, es porque no quieres mejoras y si votas que sí, estás votando por un aumento.
La “Consulta ciudadana” del Imoveqroo no busca conocer las necesidades reales de los ciudadanos ni ofrecer alternativas para mejorar el caos vial o el deficiente transporte público de Cancún, leen en las inconformidades que generó la propia encuesta.
Su verdadero propósito, según la propia pregunta central, era saber cuánto están dispuestos a pagar y si están de acuerdo con un aumento en las tarifas.
Una consulta que, más que participativa, suena a burla. Porque mientras miles de cancunenses se enfrentan cada día a unidades viejas y deficientes, sucias, sin aire acondicionado y con choferes negligentes, el Instituto parece más interesado en justificar un incremento que en mejorar el servicio.
Además, no hay una sola propuesta concreta de mejora. No se habla de renovar flotillas, de revisar rutas saturadas, ni de regular los tiempos de espera que cada día afectan a trabajadores y estudiantes.
Solo se habla de dinero, como si pagar más fuera la solución a un sistema que lleva años pidiendo a gritos una reestructura completa.
Para muchos, esa combinación de preguntas revela una intención velada de justificar un alza en el precio del pasaje, más que de conocer realmente las necesidades de los usuarios, ya que no hay una sola propuesta concreta de mejora. No se habla de renovar flotillas, de revisar rutas saturadas, ni de regular los tiempos de espera que cada día afectan a trabajadores y estudiantes. Solo se habla de dinero, como si pagar más fuera la solución a un sistema que lleva años pidiendo a gritos una reestructura completa.
De acuerdo con los datos oficiales difundidos el proceso reunió más de 16 mil encuestas digitales, 8 mil presenciales y más de 12 mil opiniones directas en los 11 municipios del estado. Los resultados preliminares arrojaron que el 82 por ciento de los participantes se manifestó a favor de actualizar la tarifa, siempre y cuando el aumento esté vinculado a una mejora tangible en el servicio.
O sea que el Imoveqroo organizó un sondeo durante el fin de semana, con el objetivo de conocer las principales necesidades de los usuarios y medir la aceptación social ante un ajuste en el costo del pasaje que resultó ser un rotundo fracaso por las 25 mil participaciones contra un padrón de 1,857,985 habitantes en Quintana Roo, reportados en el año 2020, según datos del INEGI.
Entre las principales demandas de la ciudadanía destacan la renovación de las unidades, la reducción de la saturación de pasajeros y el aumento de la frecuencia de rutas. Algunos participantes compararon el servicio con otros estados, señalando que en lugares como Veracruz el transporte es “más económico y con mejor equipamiento”.
Los usuarios en redes sociales aseguran que la movilidad en Quintana Roo no se arregla con encuestas improvisadas ni con incrementos disfrazados de “consulta”. Se arregla con planeación, transparencia y voluntad real de cambiar las cosas. Hasta que eso no ocurra, cualquier “consulta” será vista como lo que es: una estrategia para justificar un golpe más al bolsillo del ciudadano.
El mensaje de la encuesta y de Hernández Kotasek es claro: “Les vamos a subir las tarifa, pero aún no sabemos cuándo ni cómo vamos a mejorar el servicio».