PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El Congreso de la Ciudad de México se prepara para integrar, esta semana, una Comisión Especial de Seguimiento que revisará a fondo los episodios de violencia registrados el pasado 15 de noviembre en el Zócalo capitalino durante la llamada Marcha de la Generación Z.
Xóchitl Bravo, coordinadora del grupo parlamentario de Morena, informó en conferencia de prensa que esta instancia tendrá participación de todas las fuerzas políticas y trabajará con total transparencia. Aseguró que el objetivo es esclarecer lo ocurrido y no emprender acciones de carácter partidista.
“La comisión revisará absolutamente todo. No será un espacio exclusivo de Morena; todos los grupos parlamentarios podrán analizar la información y actuar con responsabilidad. No buscamos persecución política, buscamos aclarar los hechos”, señaló.
Bravo recordó que este tipo de comisiones se conforman únicamente para investigar un caso específico y se disuelven al concluir su tarea. Además, explicó que pueden solicitar la comparecencia de servidores públicos vinculados con los hechos.
“El que nada debe, nada teme. Tarde o temprano todo se sabe”, afirmó la legisladora, quien llamó a la ciudadanía a no dejarse confundir respecto al actuar de la policía capitalina. Insistió en que los cuerpos de seguridad no actuaron de manera represiva, sino únicamente para contener disturbios provocados —dijo— por grupos movilizados con fines políticos.
La diputada también pidió a comerciantes no prestarse a presiones ni a movilizaciones inducidas. Según afirmó, personas de varias alcaldías han denunciado que fueron obligadas a asistir a la marcha del 15 de noviembre.
La semana pasada, el Congreso aprobó un Punto de Acuerdo para solicitar la creación de esta comisión especial e hizo un exhorto para que los alcaldes Alessandra Rojo de la Vega y Mauricio Tabe pidan licencia mientras avanzan las investigaciones.
El tema ya generó tensiones en encuentros recientes. Durante una mesa de trabajo presupuestal con la alcaldesa Rojo de la Vega, la discusión escaló entre gritos, pancartas y acusaciones de espionaje. Un escenario similar podría repetirse el miércoles, cuando toque el turno del alcalde Mauricio Tabe.







